Los Quirk, una familia de Connecticut, se ha llevado la sorpresa de recibir de manos del cartero local un curioso envío.
Se trata de una tarjeta postal enviada en 1963, hace nada menos que 53 años, que se dice con ligereza pero es mucho tiempo para un documento de ese tipo, y hasta para una vida.
Delante aparece una imagen del complejo Kennedy, en Cap Cod, y en la parte destinada para el mensaje, los Quirk descubrieron la grafía de una muy querida tía, quien ya falleció hace unos cuantos años. Más arriba en la tarjeta, aparece un sello postal de 4 centavos con el rostro de perfil del presidente Lincoln.
Joan Quirk confiesa que cuando tuvo en sus manos semejante documento histórico de valor familiar “hasta perdió el aliento”.
“Decían que habían llegado bien y lo estaban pasando bien y estaban entusiasmados con ir a mi graduación”, declaró un emocionado Ed Quirk a WTNH.
De acuerdo con Joan, era la época de la guerra de Vietnam, cuando el tema de alistarse o de no para el combate era muy habitual en los pensamientos y las conversaciones de casi todos.
Y como la tía nunca recibió una respuesta, pues nunca más se habló del tema; así, durante más de cinco décadas de alegrías y de sobresaltos.
El premio a la decencia y a la constancia se lo lleva el funcionario de la oficina de correos que encontró la postal, que verificó que los Quirk todavía residían en el mismo sitio, y que finalmente envió la postal.
Junto a esta, los dos hermanos recibieron una nota en la que este empleado les explica que probablemente la postal se quedó en una bolsa o en las esquinas de una caja durante todo este tiempo, por lo que se excusaba por esta “pequeña” demora.
“Lo que en realidad me tocó fue que alguien se tomara el tiempo para encontrarnos”, aseguró Joan.
“Más vale tarde que nunca”, diría desde el más allá aquella querida tía de 1963.







0 comments:
Publicar un comentario