Qué razón tenían nuestras mamás cuando nos decían que tomar un vaso de leche al día es básico para crecer sanos y fuertes. Es que, ciertamente, cuando consumimos lácteos con regularidad mejoramos nuestras actividades cotidianas (trabajo y escuelas), y por si fuera poco nos mantenemos en un peso saludable.
Los lácteos que seguramente ya conoces (leche, queso o yogur) aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales al organismo, que además de garantizarnos unos huesos fuertes fortalecen nuestra visión; incluso, los expertos señalan que pueden ser de gran utilidad para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Conoce los otros beneficios que aportan, además de que tengamos huesos fuertes (que es lo típico que escuchamos):
1. Te ayudan a absorber los nutrientes
El 87% de un vaso de leche es agua, lo que permite que tu cuerpo aproveche de mejor manera todos los nutrientes.
2. Mejoran tu digestión
Todos los lácteos tienen ácido butírico, una sustancia que te ayuda a producir energía y favorece el desarrollo de bacterias benéficas para tu salud gastrointestinal.
3. Te llenan de proteínas
Éstas son de alto valor biológico; contienen los 10 aminoácidos indispensables para la síntesis y reparación de tejidos.
4. Fortalecen tus músculos y tejidos
Los aminoácidos esenciales que aporta la proteína de alta calidad de la leche son indispensables para la formación y crecimiento de músculos en tu cuerpo.
5. Reducen las fracturas óseas
Si eres de los que todavía cree que la leche es sólo para niños y adolescentes, te equivocas. Si bien es básico en esa etapa de la vida porque es eficaz para una estatura adecuada, en adultos los lácteos previenen fracturas óseas. Esto es muy importante sobre todo en mujeres, porque a partir de los 30 años ellas empiezan a descalcificar sus huesos.
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