Algunos comúnmente hemos oído decir que caminar después de comer favorece la digestión, algo que quizá no aplique para todos. A continuación ahondaremos más en esta cuestión para comprobar si es cierta o no.
Mejor digestión
Según un artículo del portal ABC, en efecto, caminar después de haber comido tiene una incidencia positiva sobre la digestión a raíz de que caminar representa una aceleración para nuestro metabolismo, lo que acelera la digestión y la hace más eficaz.
Esta mejor digestión se debe también a que la caminata puede relajarnos y hacernos sentir serenos. En otras palabras, caminar después de comer reduce el estrés que hayamos acumulado, lo que repercutirá positivamente en nuestro proceso digestivo.
Por otro lado, caminar después de comer también influye en la quema de algunas calorías sobrantes, lo que hace que optimicemos las calorías que hayamos adquirido con la comida.
Regulación de la glucosa
Lanzarnos a caminar después de comer en reemplazo al habitual reposo que le sigue es un modo útil y fácil de fomentar la circulación de la sangre en nuestro cuerpo, lo que afecta también el aprovechamiento de los nutrientes.
Por otro lado, caminar después de comer actúa directamente sobre los niveles de glucosa en la sangre, que tienden a aumentar en el transcurso de la comida. Si caminamos, la proporción de glucosa en la sangre disminuirá a niveles normales.
Los niveles altos de glucosa pueden fomentar el incremento de peso, el aumento de los triglicéridos en la sangre, de colesterol, y de otros indicadores cruciales para un entendimiento completo de nuestro estado de salud.
En conclusión, caminar después de comer es una actividad saludable para nosotros al incidir de manera positiva en la digestión y en casi todo lo que ello concierne. Siendo así, te sugerimos pasar del reposo a una actitud más activa después de comer.
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