Georgia, que es originaria de Gloucester, Reino Unido, descubrió horrorizada, tras consultar con varios profesionales, que realmente padecía un raro tipo de cáncer llamado "carcinoma de células renales papilares".
La estudiante universitaria, Georgia Ford, tenía la vida que tiene toda joven de 20 años, hasta que pequeños malestares la llevaron a visitar a un doctor. Allí le diagnosticaron una "acidez estomacal por el consumo de alcohol", pero este diagnóstico estaba completamente erróneo.
Georgia, que es originaria de Gloucester, Reino Unido, descubrió horrorizada, tras consultar con varios profesionales, que realmente padecía un raro tipo de cáncer llamado "carcinoma de células renales papilares".
"Literalmente esto puso mi vida patas arriba. Pasé en pocas semanas de ser una estudiante universitaria a una paciente de hospital con cáncer", declaró la joven a Kennedy News.
Georgia contó que visitó a un médico luego de tener problemas de reflujo, por lo que rápidamente fue diagnosticada de "acidez estomacal", la cual según el doctor se debían a sus hábitos de ingesta de alcohol.
"Me dijeron: '¿Bebes mucho?', y yo dije: 'Sí, obviamente lo hago', así que me recetaron estas tabletas protectoras para el revestimiento del estómago", recordó la estudiante de Derecho de la Universidad de Exeter.
Sin embargo, este tratamiento no le sirvió de nada y su condición siguió empeorando. Ante esto, otros médicos relacionaron sus afecciones con un dolor de espalda que venía sufriendo desde agosto de 2020, por lo que le diagnosticaron "espasmos musculares".
Pero la condición de Georgia seguía empeorando. La joven comenzó a desarrollar una tos que terminaba en vómitos, le costaba caminar largas distancias o subir escaleras, hasta que llegó el punto de que comenzó a toser sangre.
Muerte de voluntario de vacuna de Oxford: tenía 28 años, padecía de Covid-19 y recibió dosis de placebo
Sin mejoría evidente y tras perder alrededor de 9 kilos, Georgia fue a un médico privado que la diagnóstico con el cáncer que padece. En ese momento, los tumores de sus riñones habían hecho metástasis en sus pulmones, hígado, ganglios linfáticos y huesos.
"Hay muy pocas veces en mi vida en las que me he quedado sin palabras... las palabras simplemente me evadieron por completo. Es como una tristeza abrumadora", recordó la joven sobre el momento en que recibió el diagnóstico de su condición, que es incurable.
En un esfuerzo por frenar el cáncer, Georgia se ha sometido a inmunoterapia que incluyen una serie de pastillas y tratamiento intravenoso. Además, lleva un tanque de oxígeno cada vez que sale y duerme con una tubería de oxígeno que la ayuda a respirar en las noches.
Por ahora, el objetivo de Georgia es tratar de "vivir normalmente" y poder retomar sus estudios en septiembre. La joven, además, lanzó una campaña de recaudación en GoFundMe en beneficios de dos organizaciones dedicadas a combatir su tipo de cáncer.
0 comments:
Publicar un comentario