El vientre de Margaret Mcmahon, de Irlanda, crecía sin parar, tal como ocurre en un embarazo y sufría un dolor abdominal intenso y, por tal razón, buscó ayuda médica, según narró thesun.co.uk
Mcmahon, de 48 años de edad, fue diagnosticada con el síndrome del intestino irritable, una incómoda enfermedad que es muy común.
La mujer, según el citado medio, vivía algo parecido a “un embarazo perpetuo”, con un vientre prominente y deseo frecuente de orinar.
“Era como un embarazo interminable sin tener un bebé al final”, comparó la asistente de maestra y madre de dos hijos.
Luego de un dolor crónico en las caderas y en la espalda baja, la adolorida mujer comenzó a pensar que le habían dado un falso diagnóstico.
Mcmahon ya no vivía una vida normal e incluso tuvo que abandonar su trabajo y su vida social “porque tenía demasiada presión sobre su vejiga”. Además, la irlandesa también sentía malestar y dolor después de comer.
La intuición de la mujer le hizo buscar un diagnóstico, más allá del que le dieron los doctores, por lo que se hizo un CT Scan privado que pagó con su propio dinero.
Dicho estudio reveló una gran masa en su vientre, que un MRI identificó como un fibroma uterino no canceroso, que, según el medio, es un grupo benigno de células situada en o sobre la superficie del útero.
Entonces, el 10 de marzo de 2016, Mcmahon se sometió a una histerectomía. “El cirujano dijo que (el fibroma) era del tamaño de un melón”, dijo ella.
“Sin embargo, la recuperación fue brillante, mi estado de ánimo cambió”, agregó. “Me siento como una persona nueva, especialmente, en los pasados seis meses”, narró la mujer, quien agregó que, por primera vez en dos años pudo disfrutar de unas vacaciones.
“Simplemente, poder ir a un avión o a un carro sin necesidad de ir al baño (continuamente) fue maravilloso”, describió.
Evidentemente, la mujer recuperó su buena autoestima y, prueba de ello, son las imágenes que la mujer publica en su cuenta de Facebook posando para el lente de lo más coqueta.
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