La escalera subía demasiado rápido, así que el anciano entró sin poder afirmarse. Para ganar estabilidad trató de subir un escalón, pero lo único que consiguió fue perder por completo el equilibrio y se derrumbó.
Cayó de espalda, sufriendo un duro golpe. Como la máquina seguía funcionando, el hombre empezó a rodar sin parar. En todo momento procuraba pararse, pero no tenía la fuerza suficiente, y la escalera se movía demasiado deprisa para él.
Tras haber estado casi un minuto completo golpeándose y dando vueltas, un guardia del centro comercial ubicado en Fuzhou, en la provincia china de Fujian, llegó para detener el aparato y asistirlo. Fue hospitalizado de urgencia y no hay precisiones sobre su evolución.
Fuente: infobae.com
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