Científicos estadounidenses han descubierto que entre las mujeres que dan a luz bebés muertos, hay un alto porcentaje que dormía más de nueve horas al día al final del embarazo.
Aunque los autores no sacan conclusiones sobre los efectos peligrosos del sueño prolongado en la supervivencia fetal, sugieren que esta relación puede explicarse por el hecho de que el sueño se caracteriza por una presión arterial mínima, que puede afectar negativamente el curso del embarazo. El artículo fue publicado en la revista Birth.
El porcentaje de mortinatos al final del embarazo (en la semana 28 y en adelante) es de aproximadamente un 2,3% en países desarrollados. Entre los factores que afectan el nacimiento de un niño muerto, hay varias afecciones médicas (preeclampsia, una forma de toxicosis tardía de mujeres embarazadas, caracterizada por hipertensión arterial), tabaquismo, obesidad y edad avanzada de la madre.
En el nuevo trabajo, los científicos dirigidos por Louise O'Brien, del departamento médico de la Universidad de Michigan, decidieron estudiar la relación entre la higiene del sueño de las mujeres al final del embarazo y la probabilidad de muerte fetal.
El estudio se realizó en forma de una encuesta en línea: participaron 633 mujeres, que proporcionaron información sobre su edad, estado socioeconómico, condiciones médicas, malos hábitos, indice de masa corporal y otros indicadores. Los científicos también entrevistaron a las mujeres en detalle sobre su higiene del sueño: cuánto duermen, con qué frecuencia se despiertan por la noche y en qué posición duermen.
Fuente: Globovisión/ CVA
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