Un equipo de investigadores de EE.UU. ha catalogado de «guardería prehistórica» de bebés dinosaurios una región del Ártico, en la que han encontrado restos de criaturas en edad primeriza o recién nacidos que frecuentaron esa zona hace 70 millones de años, según un estudio publicado este jueves en la revista especializada Current Biology.
Los científicos de la Universidad de Alaska Fairbanks y la Universidad Estatal de Florida concluyeron que casi todos los tipos de dinosaurios árticos, desde pequeños animales parecidos a pájaros hasta tiranosaurios gigantes, se reprodujeron en la región y probablemente «permanecieron allí durante todo el año».
Anidando en el Ártico
«Ahora tenemos pruebas inequívocas de que los dinosaurios estaban anidando en el Ártico hace 70 millones de años», dijo Pat Druckenmiller, autor principal del artículo y director del Museo del Norte de la Universidad de Alaska.
Esta es la primera vez que alguien ha demostrado que los dinosaurios podían reproducirse en esas latitudes altas, un hallazgo que contrarresta las hipótesis anteriores de que estos animales migraban a latitudes más bajas durante el invierno y ponían sus huevos en esas regiones más cálidas.
Además, según los investigadores, este descubrimiento también es una «prueba convincente» de que los dinosaurios eran de sangre caliente.
Durante más de una década, Druckenmiller y Gregory Erickson, profesor de ciencias biológicas de la Universidad Estatal de Florida, realizaron el trabajo de campo en la Formación Prince Creek, una región en el norte de Alaska.
Desentierran muchas especies
En este periodo han desenterrado muchas especies de dinosaurios, la mayoría de ellos nuevos para la ciencia, en los acantilados sobre el río Colville.
Sus últimos descubrimientos son pequeños dientes y huesos de siete especies de dinosaurios perinatales, un término que describe a los dinosaurios bebés que están a punto de nacer o que acaban de nacer.
«Uno de los mayores misterios sobre los dinosaurios árticos era si migraban estacionalmente hacia el norte o eran habitantes durante todo el año», apuntó Erickson, coautor del artículo.
El especialista explicó que su equipo encontró «inesperadamente» restos de perinados que representan casi todos los tipos de dinosaurios en la formación.
«Era como una guardería prehistórica», agregó.
Cuidadoso trabajo en campo
En el campo, los científicos transportaron cubos de sedimento desde los acantilados hasta la orilla del río, donde lavaron el material con pantallas cada vez más pequeñas para eliminar grandes rocas y tierra.
Una vez de vuelta en sus laboratorios, Druckenmiller, Erickson y el coautor Jaelyn Eberle, de la Universidad de Colorado en Boulder, examinaron el material más a fondo.
Según Druckenmiller, recuperar estos diminutos fósiles «es como buscar oro».
Una vez que supieron que los dinosaurios anidaban en el Ártico, se dieron cuenta de que los animales vivían toda su vida en la región.
En este sentido, según los autores, la «guardería prehistórica» en esa región proporciona una prueba natural de la fisiología de los animales.
«Este estudio va al corazón de una de las preguntas más antiguas entre los paleontólogos: ¿eran los dinosaurios de sangre caliente? Creemos que la endotermia fue probablemente una parte importante de su supervivencia«, aseguró el autor principal, Druckenmiller.
EFE
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