Alexánder Vasíliev, guardia de seguridad del Centro Yeltsin (Rusia), arruinó una pintura valorada en un millón de dólares en su primer día de trabajo.
El guardia dibujó con un bolígrafo un par de ojos en la obra «Tres Figuras» (1932-1934) de la artista soviética Anna Leporskaya, que era parte de la exposición de arte abstracta del museo.
De acuerdo con un comunicado del Centro Yeltsin, la costosa pintura fue dañada el 7 de diciembre del año pasado, cuando dos visitantes detectaron el curioso detalle en la pintura.
«Les informamos que durante la investigación se identificó a la persona que pintó los ojos en las figuras de la pintura de Anna Leporskaya; se trata de un empleado de una organización de seguridad privada que lleva a cabo actividades de seguridad del Centro Yeltsin», se detalla en el documento.
DAÑO A LA PINTURA
En una entrevista con el portal E1.RU , el hombre contó que un grupo de adolescentes le pidió que dibujara ojos en las figuras representadas en la pieza de Leporskaya y él accedió.
«Para ser sincero, no me gustaron mucho esas obras. Me dejaron una fuerte impresión. Intenté pasar de largo sin mirar», confesó. «Entonces vi a unos chicos, de 16 y 17 años, discutiendo acerca de por qué no había ojos, ni boca, ni belleza (…) y me pidieron: ‘Dibuje los ojos, usted está trabajando aquí’. Les pregunté: ‘¿Estos son trabajos suyos?’. Me dijeron que sí y me dieron un bolígrafo. Dibujé los ojos. Creía que solo eran sus pinturas infantiles«, afirmó.
Ahora Alexánder se lamenta y se reprocha por lo sucedido. «Soy un tonto, ¡qué he hecho! (…) Se lo digo a todos ahora», agregó.
«TAN INGENUO COMO UN NIÑO»
El ex guardia de seguridad de 63 años reveló que ese día se retiró de su trabajo y se dirigió a su casa por un problema de salud. Días después, la Policía se presentó en su vivienda para interrogarlo por el daño en la pintura.
«Nunca tocaría un cuadro de otra persona sin preguntar. ¿Por qué meterse con lo de otros? ¡Si hubiera sabido que no eran obras de aquellos chicos, que los cuadros fueron traídos de Moscú y que valían tanto? ¿Qué he hecho?», lamentó.
El guardia fue despedido inmediatamente tras descubrir su error. Mientras que la obra fue llevada a un restaurador y la compañía de seguros cubrirá el gasto.
Su esposa aseguró que su marido es absolutamente normal, pero reveló que «a veces es tan ingenuo como un niño». Un comportamiento que dijo tener como consecuencia de una contusión que sufrió durante la primera guerra chechena.
A pesar de que el daño a la pintura sucedió el año pasado, se conoció esta semana porque se abrió una investigación. El hombre, a quien se lo acusa por vandalismo, podría enfrentar una multa y hasta prisión.
Según The Art Newspaper, el daño no fue demasiado profundo porque el hombre no aplicó suficiente presión sobre el lienzo. Y también se instalaron pantallas protectoras sobre las pinturas para evitar otro incidente.
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