En una jaula de dos metros se mantuvo un joven de 14 años por cinco años. Los culpables fueron sus padres adoptivos, quienes lo obligaron a permanecer ahí sin que nadie se enterara.
El menor vivió encerrado en esta especie de celda desde los 9 años, por instrucciones del matrimonio, que lo tenía en esas condiciones en nada más ni nada menos que su propia casa ubicada en Florida, Estados Unidos.
Los adultos fueron identificados como Tracy y Timothy Ferriter, según informó la policía
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