La policía logró descubrir que la botella tenía una cierta cantidad de droga sintética conocida como MDMA (éxtasis).
Harald Georg Z. acudió a un restaurante el domingo pasado en compañía de un grupo de amigos. En ese instante, decidieron pedir una botella de champagne, sin pensar que esto podría traerles consecuencias fatales.
El hombre decidió abrir la costosa botella frente al resto de los comensales, a quienes aprovechó de servirles en sus propias copas. Sin embargo, al tomar un sorbo comenzó a sentirse mal, llegando incluso a convulsionar.
Los testigos que estaban en ese momento, revelaron que más tarde los demás amigos también presentaron síntomas, por lo que debieron ser trasladados a un hospital.
Por su parte, Georg, de 52 años, falleció pocos minutos después de haber sido ingresado al recinto médico, mientras que los otros ocho afectados tuvieron que ser internados, siendo uno de ellos dado de alta.
Fuente: Meganoticias
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