Un alemán de 43 años, sospechoso de haber matado a su mujer y a uno de sus hijos en una cueva en la isla canaria de Tenerife, ingresó en prisión provisional este viernes, indicaron fuentes judiciales.
El hombre pasó a disposición judicial este viernes, y tras declarar ante la jueza instructora, ingresó en prisión provisional sin fianza, señalaron la Guardia Civil y fuentes judiciales.
El padre había sido arrestado la noche del martes en su domicilio en Adeje, una localidad costera de la isla, muy frecuentada por alemanes.
La alerta del crimen la dio otro hijo de la pareja, de 7 años de edad, tras conseguir huir de la cueva.
Un amplio dispositivo de búsqueda permitió encontrar el miércoles los cadáveres de la mujer de 39 años y del niño de 10, dentro de una cueva en una zona montañosa.
La investigación se encuentra bajo secreto de sumario, pero el delegado del gobierno en Canarias, Juan Salvador León, declaró a los medios estar “seguro que fue premeditado; [el padre] lo tenía más que estudiado”.
Una holandesa residente en la zona, que sirvió de intérprete entre el niño alemán y los investigadores, dijo que todos los miembros de la familia “habían subido por un sendero” a la montaña.
“Una vez allí parece que hicieron un pícnic. Después el padre dijo que había escondido unos regalos de Pascua en una cueva y allí los llevó engañados”, relató esta mujer, a la que los medios identificaron solo como Annelies.
Según ella, el niño superviviente relató haber visto a su padre dar una “paliza muy grande” a la madre y atacar a su hermano.
“El niño no sabe que la madre está muerta, pero muy malherida sí”, continuó la mujer.
“El niño fue superinteligente, lanzó una piedra al padre y salió corriendo y al padre no le dio tiempo de alcanzarlo“, acotó.
Según la prensa española, que cita fuentes cercanas a la investigación, la pareja estaba separada y la madre y los niños se encontraban visitando al padre instalado en Canarias.
Con información de AFP
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