Oscar Beddard, de solo cuatro años de edad, fue víctima de un confuso suceso que lo dejó con graves lesiones en su rostro y parte de su cuerpo, lo que generó que tuviera que ser derivado de urgencia a un recinto médico.
El hecho tuvo lugar al interior de un domicilio en la ciudad de Liverpool, Inglaterra, donde el niño se encontraba jugando con espuma de baño en aerosol dentro de la bañera, mientras unas velas estaban encendidas en el lugar.
Posterior a esto se produjo una explosión, la que habría sido causada por el contacto entre las burbujas y el fuego que provenía de las mismas velas
Niño terminó con diversas lesiones
Fueron los paramédicos quienes tras el incidente decidieron llevar a Oscar rápidamente al Hospital Alder Hey, para que fuese atendido por especialistas debido a las heridas que sufrió tras la explosión.
En ese recinto el pequeño pasó internado por lesiones en su cara, cuello, hombros y parte de su cuerpo, informa The Sun.
Sus padres, Jonathan, de 31 años, y Nicola, de 43, ahora buscan daños y perjuicios contra la marca de jabón por el trágico episodio que vivió su hijo el pasado 21 de julio y del cual logró salir con vida.
Cabe señalar que el producto traía una advertencia que decía «aerosol inflamable». Sin embargo, no indicaba que la espuma húmeda pudiera incendiarse, indicaron los abogados.
«Pudimos ver la piel despegándose de su cuerpo»
El padre del menor reveló los tensos momentos que vivió al ver a su hijo siendo afectado por el fuego y sostuvo que «cuando las burbujas salieron de Oscar y golpearon la llama desnuda de la vela, explotaron y básicamente le prendieron fuego».
«Le echamos agua fría y llamamos al 999 y pudimos ver la piel despegándose de su cuerpo«, comentó el hombre.
El progenitor del niño también manifestó que «es increíble. Los productos no deben venderse si son tan inflamables, es un producto de baño para niños. Mucha gente tiene velas en el baño».
El pequeño se está recuperando
Por su parte, Oscar logró evitar la cirugía de injerto de piel y actualmente se está recuperando, aunque podría quedar con cicatrices y trastorno de estrés postraumático, advirtieron los médicos.
En este sentido, sus padres han tenido que ayudar a su hijo y aplicarle constantemente cremas en las quemaduras que tiene en su cuerpo.
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