Una fuerza europea de intervención rápida de 5.000 soldados. Es el objetivo que se ha marcado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y que, tras el fiasco de Afganistán, va ganando peso entre los 27, aunque aún no hay unanimidad.
No sólo no se ha conseguido después de dos décadas y miles de millones construir un nuevo Estado, sino que ni siquiera se ha podido evacuar del país a las personas que lo necesitaban por el paseo militar de los talibanes en los últimos días de la retirada de EEUU y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) del país.
"Tenemos que aumentar nuestra capacidad de actuar de forma autónoma cuando y donde sea necesario, y no ser dependientes de las decisiones de otros, aunque sean amigos y aliados", afirmó el jefe de la diplomacia europea tras una reunión informal con los ministros de Defensa de la UE este jueves en Kranj (Eslovenia).
"Joe Biden es el tercer presidente que nos ha advertido de que EEUU se está desentendiendo de los conflictos del mundo. Los europeos se tienen que despertar y asumir sus responsabilidades. No tiene que ver con la OTAN, sino con ser más fuertes con nuestras responsabilidades y los desafíos que tenemos que afrontar".
La fuerza de intervención europea es parte de la Strategic Compass (la brújula estratégica) que Borrell aspira sea aprobada el próximo 16 de noviembre por los 27.
"Tenemos que desarrollar nuestras propias capacidades", dijo Borrell, "y creo que vamos a acordarlo. Tenemos los ejércitos y los recursos, pero nos falta la coordinación y el deseo de movilizarlo". En efecto, no hay unanimidad entre los 27 aún, y para este asunto, como para tantos otros, es necesaria la unanimidad.
"Creo que está claro para casi todos los Estados miembros", aseveró el jefe de la diplomacia europea, "que necesitamos mejorar nuestra capacidad para poder actuar de forma autónoma cuando y donde sea necesario. Y no hay alternativa a eso. Repito: necesitamos aumentar nuestra capacidad para poder actuar de manera autónoma cuando y donde sea necesario, donde estemos listos y podamos. Si queremos poder actuar de forma autónoma y no depender de las decisiones que tomen los demás. Incluso si son nuestros amigos y aliados, tenemos que desarrollar nuestras propias capacidades. Y esto es lo que creo que podremos acordar. Y esto es algo que hay que construir. Tenemos los ejércitos todos juntos. Tenemos los recursos. El problema es tener la coordinación entre nosotros y la voluntad de movilizar estos recursos", señaló.
El Gobierno alemán sugirió la activación del artículo 44 del tratado de funcionamiento de la UE, que prevé que los 27 por unanimidad tomen una decisión que luego sea ejecutada por algunos de esos 27, como una forma de acelerar la toma de decisiones.
"Nunca se ha usado el artículo 44", expresó Borrell, "como tampoco la directiva de 2001 que permitiría acoger a los refugiados afganos. Algunos, los alemanes, han puesto sobre la mesa la idea del artículo 44. Estoy de acuerdo, lo exploraremos, pero no hay que olvidar que el artículo 44 requiere de una decisión unánime del Consejo.
Y luego, algunos Estados miembros son los encargados de aplicar esa decisión. No todos participan, pero todos deben aprobar. Precisa menos requisitos de implementación, pero sigue requiriendo unanimidad en la decisión de hacerlo. Es una idea que hay que tomar en consideración".
Según los datos facilitados por Borrell, los 27 han evacuado a 17.400 personas de Afganistán, incluido el personal de la UE, 420 personas, transportadas al centro de Madrid: "Se ha hecho en pocos días y en circunstancias difíciles".
Durante la reunión, los ministros han abordado las lecciones aprendidas del fiasco de Afganistán. "No se ha logrado un Estado moderno sostenible. Pero, al mismo tiempo, no es el momento de cortar relaciones con Afganistán, sino de incrementar el compromiso para apoyar al pueblo afgano.
Afganistán ha demostrado que hace falta combinar la fuerza y la voluntad para actuar con nuevas herramientas. Hemos discutido crear una fuerza de intervención dentro de la brújula estratégica en noviembre, una capacidad que nos habría ayudado a la evacuación en Kabul".
Según Borrell, Afganistán también demostró que "el esfuerzo de estabilización de los países es explotado por actores antioccidentales, lo que debería llevar a intensificar el enfoque integrado con esfuerzos militares, civiles, de cooperación y desarrollo y diplomáticos, que lleven a reforzar la autonomía local. Esto es importante para tener en cuenta en otras regiones, como el Sahel".
Relación con los talibanes
"Tiene que ser una relación basada en la condicionalidad", señaló Borrell. De acuerdo con el jefe de la diplomacia europea, "la ayuda humanitaria debe incrementarse, como estamos haciendo, de 50 a 200 millones de euros. Y para canalizarla tenemos que hablar con los talibanes".
"Pero", aseguró, "para otro tipo de relaciones más políticas o incluso de ayuda al desarrollo, que hemos congelado, va a depender de cómo se comporte el gobierno afgano.
"No son migrantes, son solicitantes de asilo"
Aunque los ministros de Interior de la UE este martes se empeñaran en hablar de "migración ilegal", el Alto Representante para Seguridad considera que "las personas que quieren salir de Afganistán no son migrantes, son solicitantes de asilo. Son personas que escapan de ser asesinadas".
"El gran problema es que a mucha gente le gustaría salir de Afganistán, y los que aún están y tenían que salir son vulnerables. Hay que ver cómo se saca a los colaboradores que no pudieron salir. Hay gente que no pudimos sacar".
Fuente: El Diario.es
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