Foto: Archivo
Una madre y su pequeña hija de diez meses fueron asesinadas por un oso pardo en su casa en el territorio de Yukón, Canadá.
El suceso ocurrió luego de que el esposo saliera a cazar uno horas antes. Al regresar a su hogar, el hombre vio la dantesca escena. Canadá no sale del asombro por el horror de una familia destruida.
Valerie Theoret de 37 años, y la bebé Adele Roesholt aparecieron muertas en su casa a unos 400 kilómetros de Whitehorse, la capital del Territorio en Canadá.
Gjermund Roesholt y Valerie habían planeado arrendar esas tierras al gobierno canadiense, que las ofrece para que cazadores se instalen para obtener pieles de animales en temporadas de caza.
Gjermund salió a revisar las trampas para osos que había instalado. De regreso a casa uno de esos animales se cruzó en su camino y lo atacó, el hombre le disparó con un rifle y lo mató.
Fue ahí cuando corrió a su hogar y vio el horrible escenario. El mismo oso al que había matado, antes había terminado con la vida de su esposa y de su pequeña hija.
La familia había estado cazando en la zona durante unos tres meses. Lo hacían para obtener la piel y venderla, una actividad regulada y permitida que les significaba un dinero extra durante ese periodo.
El Departamento de Educación de Yukón emitió un comunicado en el que lamenta la muerte de su profesora de francés. “Trabajamos con la escuela para identificar y abordar las necesidades. La gente reacciona a las noticias trágicas de manera diferente, y en diferentes momentos. Algunas personas no sienten el impacto total por días o semanas”, expresó.
Con información de Infobae
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