Al menos tres colombianos eran obligados a trabajar en condiciones inhumanas en una granja de cerdos en la región española de Galicia. Una persona fue detenida por exponer a los extranjeros al presunto caso de esclavitud.
“Venía con la idea de que iba a poder trabajar en una granja, recibir 1.000 euros al mes y obtener su permiso de residencia”, aseguró Ángel Vallef, abogado de una de las presuntas víctimas.
Los colombianos llegaron a Lugo, noroccidente de España, con la promesa de un trabajo estable y bien remunerado. La empresaria que los contactó les pagó tiquetes y hotel, luego los llevó al lugar que se convirtió en su hogar y cárcel.
Las presuntas víctimas fueron instaladas en una granja porcina y compartían su lugar de descanso con los cerdos. La Policía recibió denuncias de explotación y supuesto tráfico de personas. A los colombianos les ofrecieron la opción de regularizar su situación en España.
Tomado de NTN24
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