Como todos los videos tomados improvisadamente con teléfono celular, el de Paul Ferdinand Ayorbaba no era ninguna obra de arte sino un desorden de gente vista desde atrás, ángulos erráticos y movimientos bruscos.
Pero algo tan común y mundano se ha convertido en símbolo de una masiva tragedia, pues son esas las últimas imágenes de las 189 personas que perecieron cuando ese mismo avión cayó al mar frente a las costas de Indonesia, apenas una hora después.
El vuelo, de la aerolínea Lion Air, se desplomó en el Mar de Java, despedazándose y matando a todas las personas a bordo.
Ayorbaba viajaba con frecuencia a distintas partes de Indonesia por asuntos de negocio, y el video de sí mismo abordando el avión probablemente era un intento de calmar a su esposa, Inchy Ayorbaba, quien estaba nerviosa porque él estaba yendo a una isla remota a donde nunca antes había ido.
“Fue el último contacto que tuvimos, el último mensaje que me envió”, dijo la mujer en entrevista con un canal de televisión indonesio, en un hospital donde había ido con sus hijos para la toma de muestras de ADN a fin de ayudar en la identificación de las víctimas.
Las imágenes lucen familiares para cualquier persona común, no sólo para quienes han pasado por el aeropuerto de Yakarta sino para cualquier persona que haya abordado un vuelo.
Comienza con una fila semi-organizada de gente esperando para mostrarle su pase de abordaje a una asistente de vuelo.
Seguidamente se enfoca en el boleto en la mano de Ayorbaba, con su nombre impreso y el número de vuelo, JT-610.
Después se retrae, mostrando toda la sala de embarque y el pasillo del aeropuerto, la gente apurada, arrastrando sus maletas con rueditas.
De ahí se enfoca en la pista de despegue mostrando los aviones. Uno de Lion Air, blanco y rojo, frente a otro de esa misma aerolínea. Seguidamente se ve la escalerilla con los pasajeros subiendo al avión, y una mujer vestida con hijab llega a la cima y desaparece al entrar a la aeronave.
Unos 35 minutos después del despegue, Ayorbaba le envió el video a su esposa por WhatsApp.
La esposa vio el mensaje primero cuando se despertó a las 6:30 a.m. pero no vio el video y se volvió a dormir. Aproximadamente un minuto después, el avión cayó en picada al mar.
Fue alrededor de las 9 a.m. cuando Ayorbaba escuchó la noticia de que un avión de Lion Air se había estrellado al viajar hacia Pangkal Pinang en el archipiélago Bangka Belitung.
“Regresé a ver el video”, comentó la mujer. “Vi su pase de abordaje como lo muestra en el video. Fue entonces cuando empecé a darme cuenta que él estaba en ese avión que se estrelló. Empecé a llamarlo, a mandarle mensajes por WhatsApp, con la esperanza de que quizás no se montó en el avión, de que lo canceló a último momento, pero él nunca contestó”.
Tomado de AP