Más de 700.000 inmigrantes aguardan respuesta a sus solicitudes para convertirse en ciudadanos estadounidenses, un proceso que antes tomaba unos seis meses, pero ahora se ha extendido a más de dos años en algunos casos durante el gobierno del presidente Donald Trump.
El largo tiempo de espera ha provocado que algunos defensores de los inmigrantes se pregunten si los retrasos tienen como objetivo impedir que opositores al presidente adquieran el derecho de votar antes de las próximas elecciones.
“La gente está motivada a participar y se están frustrando por no poder votar en las elecciones que les entusiasman”, dijo Manuel Pastor, director del Centro para el Estudio de la Integración de los Inmigrantes de la Universidad del Sur de California.
El número de inmigrantes que aspiran a la ciudadanía tuvo un fuerte aumento en 2016 _subiendo un 27% en comparación con el año anterior_ cuando Trump prometió frenar la inmigración durante su campaña presidencial. Al principio, el gobierno federal se mantuvo al día con las solicitudes, pero después los plazos empezaron a alargarse.
Los retrasos en las solicitudes no son nada nuevo en el sistema de inmigración de Estados Unidos. A menudo, toma años recibir el asilo o ser deportados. Sin embargo, la naturalización _el último paso para convertirse en ciudadano estadounidense, obtener un pasaporte y tener derecho a votar_ no había sufrido demoras en los últimos años.
Tomado de AFP
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