Melissa Doss, una mujer de 43 años del condado de Brevard (Florida, EE.UU.), fue arrestada el pasado 25 de julio luego de que las autoridades la acusaran de mantener a su hija encerrada en una jaula en su casa.
Según un reporte del Departamento de Policía de Palm Bay citado por medios locales, los agentes se presentaron en el domicilio de Doss en respuesta a una llamada de un vecino que denunció que un menor se había colado en su patio trasero.
La niña, que de acuerdo con el informe no podía hablar y padecía una discapacidad, logró indicarles dónde se encontraba su casa. Sin embargo, cuando los agentes llamaron a la puerta de Doss, esta se negó a abrir. En cambio, trepó por una cerca y caminó alrededor de la casa para hablar con ellos. Doss dijo que su hija sufría de autismo severo y que se había escapado sin que ella lo supiera.
El motivo por el que Doss les había negado en un principio el acceso al domicilio se hizo evidente al día siguiente, cuando los agentes volvieron con un miembro del Departamento de Niños y Familias de Florida y presenciaron el deplorable interior de la vivienda.
Según describieron los oficiales, en el lugar había basura e insectos de todo tipo, arañas y moscas. Además de faltar partes del techo, ninguno de los baños funcionaba y «el olor a heces y orina» impregnaba cada rincón. No obstante, lo más perturbador de todo se hallaba en la propia habitación de Doss. Allí, los uniformados encontraron una «jaula casera hecha de metal y madera«, donde la madre supuestamente encerraba a su hija cada noche.
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