Durante 20 años a Daniel Espinosa ha recogido piedras y partes de cerámica que encuentra en las playas del Ecuador, con ellas construye figuras.
Sus trabajos van desde pequeños y simples animales de 6 piezas hasta largos y complejos diseños, todas forman parte de la exposición, fragmentos de paso.
Daniel siempre ha sentido atracción por las piedras, conchas y demás y maravillas que trae el mar a las costas en especial a las manabitas.
Desde hace dos décadas que las recolecta, pero en los últimos cuatro años, se ha dedicado a construir hermosas piezas que hacen parte del proyecto Fragmentos del Paso.
Los recorridos de Daniel son exhaustivos y llegan a durar horas de horas en las playas turísticas de Manta y Crucitas que son bastante generosas. Aquellas no tan concurridos como Cabo Pasado Tidije y El Matal siempre sorprenden al artista.
En ellas suele encontrarse con piedras de distintas tonalidades y texturas o con pedazos polimorfos de varios tipos de arcilla, picos de vasijas, fragmentos de cuerpos de animales y humanos.
Luego de limpiar cada una de las piezas Daniel se encarga de valorarlas.
La idea es que todas formen parte de sus creaciones, la mayoría son producto del momento, del juego, de la prueba e incluso del error.
Solamente cuando tiene una idea específica de lo que desea plasmar, Daniel realiza bocetos con dimensiones para la estructura interna y la fachada frontal.
Es el caso de su primer trabajo “El Alebrije Malhumorado”, una escultura de 130 piezas en la que tardó tres meses.
Otro de los desafíos del artista ha sido lograr que cada uno de los elementos se compacten sin dejar espacios, que mantengan el peso o dejar abierta la posibilidad de qué estos vuelvan a su estado natural.
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