El español Pablo Carreño (N.11) conquistó la medalla de bronce en el torneo de tenis de Tokio-2020 después de ganar este sábado al serbio Novak Djokovic, que de esta manera se queda sin recompensa individual en estos Juegos.
Tras perder contra el ruso Karen Khachanov en semifinales y saber después que el bronce se lo jugaría contra Djokovic, "nunca dejé de creer en que podía ganar la medalla", aseguró en conferencia de prensa Carreño, que había hecho de Tokio-2020 una prioridad esta temporada.
"Para mí estar en unos Juegos era algo muy importante. No tuve la opción de estar en Rio (por ranking) y desde entonces deseaba como un loco participar en unos Juegos Olímpicos. Una medalla de bronce es un sueño hecho realidad", aseguró.
Ante un irreconocible Djokovic, Carreño se impuso por 6-4, 6-7 (6/8) y 6-3 para lograr la 13ª medalla del tenis español en unos Juegos Olímpicos y la cuarta en el torneo individual masculino tras las ganadas por Jordi Arrese (plata e 1992), Sergi Bruguera (plata en 1996) y Rafael Nadal (oro en 2008).
Afectado aún por la sorprendente derrota de la víspera contra Alexander Zverev (perdiendo ocho juegos consecutivos cuando tenía el partido encarrilado en el segundo set), por el cansancio (era su 9º partido en una semana, contando el dobles mixto, y el 7º en apenas 72 horas) y por el sol abrasador a primera hora de la tarde, Djokovic comenzó el partido irreconocible: incapaz de meter primeros servicios (solo un 40%) y diez errores no forzados en el primer set.
Con esos números es casi imposible ganar a este nivel y, lógicamente, Carreño lo aprovechó para apuntarse la primera manga, sin hacer tampoco un juego extraordinario, ya que con devolver la pelota y esperar el fallo del serbio tenía suficiente en muchos momentos para ganar el punto.
En el segundo set, Djokovic mejoró su servicio y eso le permitió igualar el partido y estar a dos bolas de forzar el tercer set (0-30 con 5-4 a favor), pero Carreño reaccionó y llevó el desenlace al 'tie break', donde contaría además con un 'match ball', pero lo dejó escapar y el serbio no perdonó para igualar el partido.
Pese a ganar el set, Djokovic seguía sin jugar a su nivel y cuando Carreño le quebró el servicio y se colocó 3-0 en el tercer set, el temperamento del serbio le volvió a jugar una mala pasada: primero lanzó su raqueta a la grada (vacía) tras no llegar a una pelota y después destrozó la raqueta después de perder un juego contra el poste de la red.
Fuente: AFP
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