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26 may 2016

“Trasero brasileño”: la peligrosa cirugía plástica de moda

Kim Kardashian, J.Lo y Sofía Vergara son algunas de las celebridades más envidiadas por sus derrieres, por eso, cada vez más mujeres se someten a la cirugía plástica llamada “trasero brasileño”. Sin embargo, la peligrosa intervención ya cobró la vida de varias de ellas.



Heather Meadows, de 29 años, quería verse mucho más voluptuosa así que viajó a Miami, en donde los procedimientos quirúrgicos de este tipo son más baratos, para someterse a la cirugía de “trasero brasileño”.
La intervención consiste en  obtener grasa del torso de la paciente por medio de una liposucción, e inyectarla después en la zona del trasero para levantar los glúteos.
Heather murió tras la operación. Cuando se le transfirió la grasa a los glúteos, parte de los lípidos entraron en su torrente sanguíneo a través de una vena y se le formaron coágulos que le obstruyeron las arterias de los pulmones y el corazón que colapsaron.

De moda el “trasero brasileño”

De acuerdo con la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos de EEUU, en 2015 hubo 14 mil 700 cirugías plásticas para aumentar los glúteos mediante la inyección de grasa; 28% más que en 2014.
Además de Heather Meadows, de acuerdo con ABC España, hace tres años una mujer de 51 años también murió luego de someterse a esta popular cirugía plástica.
Catherine González, por su parte, casi pierde la vida luego de someterse a una liposucción también en Miami. La chica de 19 años quedó en estado de coma y tuvo que permanecer ocho días en el hospital.
En Alaska, se registró el caso de otra mujer que también se sometió a la cirugía “trasero brasileño”. Yahaira Espada de 41 años, tuvo una protuberancia de grasa en la cadera como consecuencia de la mal practicada intervención.
Por ello, la comunidad médica de EEUU advierte a las mujeres de los riesgos que tiene la cirugía para aumentar los glúteos, pero parece que la vanidad puede mucho más que las recomendaciones médicas. ¿Qué te parece?
El procedimiento consiste en fracturar dos secciones de los huesos que se encuentran en la pierna (tibia y peroné) para después atornillar ambas secciones y provocar un ‘alargamiento´ artificial.
Este es un lento y doloroso proceso que necesita de al menos varios meses de repetición para lograr el resultado esperado, que de hecho no siempre es alcanzado.
Esta intervención se practica en muy pocas instituciones por el elevado costo de ejecución que requiere.

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