Pero ahora, la firma surcoreana ha decidido darles un ultimátum: si no lo entregan antes de que acabe marzo, el aparato quedará inutilizable.
Según medios coreanos, la compañía informó el viernes pasado que pretende "matar" los Galaxy Note 7 que no hayan sido devueltos a través de un software que instalará de forma remota y que impedirá que la batería pueda recargarse.
El primer llamado "urgente" para que los usuarios entregaran los celulares fallidos, cuyas escandalosas explosiones ocasionaron una crisis en su reputación (y en sus ventas), fue emitido por la empresa en octubre. Pero muchos usuarios lo ignoraron.
Esta vez, la medida es radical. "Esta última actualización impedirá por completo que los usuarios puedan usar el producto", se lee en The Korea Herald.
A principios de este año, Samsung anunció que ya había logrado recuperar el 96 por ciento de los aparatos en todo el mundo.
El gigante tecnológico ya tiene planes para sus polémicos Note 7. Y la respuesta es igual de "explosiva" que los propios aparatos: venderlos de nuevo.
Fuente: GV/ Con información de BBC Mundo
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