El ciclón Debbie, que azotó el martes las costas del estado de Queensland con vientos de hasta 260 kilómetros por hora (160 mph), se debilitó rápidamente tras tocar tierra y el miércoles en la mañana ya se había degradado a tormenta tropical.
El ejército australiano envió vehículos, aeronaves y suministros a la región, y se esperaba que las labores de limpieza comenzarán el miércoles más tarde. Alrededor de unas 60.000 casas se quedaron sin electricidad y varias comunidades permanecen aisladas y sin acceso a vías de comunicación. El personal de emergencia intenta acceder a esas zonas para asegurarse de que los residentes estén a salvo, indicó el comisionado de la policía de Queensland, Ian Stewart.
No hubo reporte de víctimas fatales a causa de la tormenta. Un hombre resultó herido al desplomarse una pared en la localidad de Proserpine, dijo Stewart. El individuo se encuentra en condición estable.
Fuente: AFP
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