La historia de la mujer que se convirtió en la madre más joven del mundo al tener un hijo a los 5 años

El embarazo en mujeres a temprana edad puede traer consecuencias para su salud, ya que este factor podría incrementar el riesgo de abortos espontáneos y nacimientos prematuros, además de generar otro tipo de complicaciones.

Afortunadamente este no fue el caso de Lina Medina Vásquez, nacida en Perú el 27 de septiembre de 1933 (tiene 87 años en la actualidad) y que se convirtió en la madre más joven confirmada en la historia de la medicina, al dar a luz a los 5 años y 7 meses de edad, informa El Sol de México.

¿Cómo comenzó todo?

Fue su propio padre, Tiburcio Medina, que por esa época se fijó que su hija tenía un «vientre abultado», razón por la cual el hombre decidió llevarla con los chamanes de la aldea a mediados de abril de 1993, quienes pensaron en primera instancia que tenía un tumor.

De acuerdo a lo anterior, el doctor Gerardo Lozada atendió a Lina y la llevó a la ciudad de Lima, zona donde otros profesionales confirmaron que no era una enfermedad, sino que estaba embarazada, lo que alertó inmediatamento sobre un abuso sexual que había sufrido la menor.

Del mismo modo, los especialistas indicaron que la pequeña había empezado a menstruar desde los 2 años y 8 meses de edad, lo que sorprendió a todos a su entorno.

El nacimiento de su hijo

El 14 de mayo de 1939 fue el esperado día. Lina, mediante una cesárea, dio a luz a un niño que pesó 2 kilos y 700 gramos y que fue criado creyendo que era el décimo hijo de sus abuelos. Sin embargo, a los 10 años se enteró de que la mujer era finalmente su madre y no su hermana.

En poco tiempo el particular caso recorrió el mundo. En este contexto, los abuelos aceptaron una propuesta de un empresario para que la madre y Gerardo Medina, el pequeño, fueran investigados por científicos estadounidenses.

Pero todo no terminó allí, ya que incluso se les ofreció un fondo económico que «garantizaba su bienestar de por vida». Pese a esto, el gobierno peruano estableció que Lina y su hijo estaban en «peligro moral», por lo que se creó una comisión especial para protegerlos, pero en poco tiempo abandonaron el caso y la mujer no siguió recibiendo apoyo.