Debido a la difícil situación en la frontera norte, Lino Mauro Toscanini y Oswaldo Jarrín asumieron el reto de restablecer la seguridad interna y externa, sobre todo en Esmeraldas, donde grupos delictivos han segado siete vidas.
Toscanini y Jarrín, nuevos titulares de los ministerios del Interior y Defensa, también reciben la tarea inconclusa de sus antecesores la cual consistía en desarticular al autodenominado grupo Oliver Sinisterra, una disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que opera en el Alto Mira, en el departamento colombiano de Nariño y al noroccidente de Ecuador.
Según la fundación Paz y Reconciliación, el grupo está integrado por 80 hombres, quienes se mueven en un borde de la frontera común, que va desde la Región interandina del Pacífico, en Esmeralda.
Esa agrupación delictiva es solo una de las 12 organizaciones armadas dedicadas al tráfico de drogas y que tienen nexos con los carteles mexicanos en Nariño, según la fundación.
Fuente: Globovisión/ElComercio/DASG
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