Un niño de doce años quedó sepultado bajo la nieve tras una avalancha en los Alpes franceses. El pequeño salvó la vida gracias a la pericia de un policía y su perro, que encontraron al menor tras una hora enterrado, tal y como informó la Gendarmería de Saboya (este).
“Encontrar a una persona viva sin un detector de víctimas de avalancha después de 15 minutos en la nieve es un auténtico milagro”, añadió la gendarmería en Twitter.
El niño estaba practicando esquí en el momento de los hechos en un lugar no autorizado de la estación de La Plagne, y quedó sepultado tras un desprendimiento.
Una vez fue localizado, fue trasladado al hospital de Grenoble, donde permanece ingresado en condición “estable”, según la emisora ‘France Info’.
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