El avión salió de Madrid. Aterrizó en Barcelona. Volvió a despegar desde allí rumbo a Rosario. Vuelo directo. 14 horas. Sin descanso volvió a emprender esta vez rumbo a Punta del Este. Y el aeropuerto de Laguna del Sauce lo recibió con ojos curiosos el 16 de diciembre pasado: es que en la cola de la aeronave se leía brillante el número 10, el que sólo puede ostentar Lionel Messi. La pregunta corrió como pólvora encendida: ¿está veraneando en Uruguay?
Las especulaciones comenzaron a circular con una hipótesis central: Diego Godín, el uruguayo que forma parte de la legión de futbolistas latinos en España, celebraba su casamiento en Montevideo el 26 de diciembre, y contaba entre sus invitados a Luis Suárez , y a Lionel Messi. Pero mientras Suárez sí se mostró de lo más divertido en la boda, que tuvo lugar en un lujoso salón de Jacksonville, donde coincidió con el último campeón del mundo, el francés Antoine Griezmann, compañero de Godín en el Atlético de Madrid, no hubo más señales de Messi en Uruguay hasta ahora.
Su avión, una joyita hecha a medida, con los nombres de toda su familia tatuados en la escalera, había traído al Este ese 16 de diciembre a gente de su entorno que se ocupa de manejar algunas inversiones de Leo, una de las cuales tiene lugar en José Ignacio: adquirió 9 hectáreas en el campo.
Aún queda mucho por delante antes de hablar de la posibilidad de levantar su propia mansión en el exclusivo balneario uruguayo, pero al parecer Messi no tiene intenciones de esperar a que eso se concrete más allá de un negocio inmobiliario, y ya prepara una visita junto a su familia. Se estima que llegará en los próximos días y podría reencontrarse con su amigo Luis Suárez.
Fuente: Globovisión /La Nación/IM
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