Se pueden tener alergias a muchas cosas: al frío, la leche, al polvo pero poco se ha oído de una alergia al Wifi.
Rose Gladwell es de esas féminas sensibles a las redes de Internet inalámbricas. Tiene 79 años de edad y recalcó que comenzó a experimentar síntomas de debilidad, falta de aliento, dolor de cabeza, mareo y una sensación como de piquetes de agujas en el rostro. Lo supo cuando se sintió mejor al desconectar el modem .
Todo esto sucedió hace seis años y desde entonces ha tomado muchas precauciones. La señora lleva un medidor portátil de ondas para asegurarse estar en los lugares con los índices de electromagnetismo más bajos.
Médicamente , el especialista, Alejandro Úbeda, estima que el cinco por ciento de la población mundial sufre de esta alergia.
Con información de La guía del varón.com
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