En la actualidad, muchas personas optan por un estilo de vida saludable, asistiendo a gimnasios tomando en cuenta la ‘dieta’ del entrenador, contratando ‘coaches’ personales, invirtiendo en ‘quemadores de grasa’, indagando en Internet ‘recetas saludables’, famosos ‘healthy’ o por conocimiento empírico optan por ‘dietas extremas’ las cuales ayudarán a que la ‘pérdida de peso’ sea más rápida.
Muy pocas personas apuestan por la atención médica de un nutricionista, Especialista dietética entre otros profesionales derivados al tema de la alimentación, para someterse a un plan nutricional basado en factores claves para recetar al paciente, dependiendo de la cantidad, porciones y veces al día, en que se deben consumir los alimentos.
Una serie de problemas se desembocan en aspectos de alimentación porque entrenadores de gimnasio y ‘health coach’ se consideran ‘nutricionistas’, pues son personas no tituladas en el ámbito de la alimentación por lo que se dedican a prescribir ‘dietas’ y en ocasiones recomendar ‘quemadores de grasa’ generando arritmias cardíacas y dependencia.
Uno de los grandes temores que se resalta en el debate acerca de si el farmacéutico o ‘health coach’ es el profesional adecuado para abordar problemas nutricionales, es el posible negocio con ‘productos milagro’, confiesa la presidenta del Consejo de Dietistas-Nutricionistas, de Madrid, Susana Monereo, en entrevista con Diario El País: ‘Viendo la rentabilidad de dispensar quemagrasas y otros brebajes ineficaces, vincular el consejo nutricional a la oficina de farmacia podría suponer un conflicto de intereses en el que se corra el riesgo real de que prime la venta frente al consejo. De hecho, el dietista-nutricionista y todas las profesiones sanitarias tienen prohibido ligar su ejercicio profesional con la publicidad y venta de ningún producto, para evitarlo’.
Estos grupos de profesionales (dietistas-nutricionistas) ponen de manifiesto que existen distintas vías de formación en la materia, pero esa diversidad puede confundir a mucha gente –desorientando sobre a qué especialista debe acudir–, y abona el terreno para que prolifere el intrusismo.
«Hay muchos que tienen conocimientos de sobra para utilizar la nutrición y la alimentación como herramienta terapéutica», apunta Monereo; «sin embargo, no todo el mundo sabe de esto, aunque todos den consejos. Hay muchísimo fraude, hasta el punto de que es una de las áreas de mayor intrusismo profesional», denuncia Monereo.
En base a estos antecedentes, se exige al Ministerio de Salud Pública del Ecuador, que genere políticas y ponga orden a este caos profesional.
Hoy en día cualquiera puede diseñar un régimen ‘adecuado’, a causa de que todos llevamos un ‘sabelotodo’ dentro. ‘¿Pero puede ponerte a dieta tu ‘coach’ de gimnasio? ¿Ha estudiado él para eso?’
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