El devenir de la covid-19 en México y Brasil ha puesto en alerta a la OMS, quien ha exhortado a ambos países a tomarse la pandemia “muy en serio”. El jefe de la organización sanitaria, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha llamado la atención sobre la rápida progresión de los contagios. Sobre Brasil, ha dicho que la situación es “muy inquietante” y considera que deben tomarlo muy en cuenta. Brasil acaba de pasar sus elecciones municipales y las medidas sanitarias restrictivas se han acrecentado.
La misma recomendación ha lanzado la OMS para México, un país que suma ya 105.940 muertes y más de 40.000 casos activos. La organización cree que está en una “mala posición” vistas las cifras que presenta. “El número de casos se ha doblado y también el de muertes”, ha señalado Adhanom Ghebreyesus. “Queremos pedir a México que lo tome muy en serio”, ha dicho. Efectivamente, cuando los hospitales en algunos Estados mexicanos soportan un repunte de ingresos similares a picos de meses anteriores, buena parte de la población sigue celebrando fiestas y saliendo a trabajar sin las medidas sanitarias precisas. El país se debate entre los contagios y el hundimiento de la economía y la población, como en otras partes del mundo, ya acusa un cansancio rebelde.
México sobrepasó el 20 de noviembre los 100.000 muertos y también, según la información de la OMS, ha superado por primera vez los 12.000 casos de contagiados al día. El número de casos ha aumentado en este país un 30% la semana del 23 al 28 de noviembre, según sus cifras oficiales.
Los datos de la Universidad Johns Hopkins sitúan también a Brasil en una posición complicada. Con sus 212 millones de habitantes, es el segundo del mundo más afectado por la pandemia, con más de 170.000 fallecidos, tras Estados Unidos.
El director general de la OMS dijo que Brasil había logrado reducir el número de casos en casi dos tercios desde el pico alcanzado en julio, con 114.000 casos en la semana del 2 de noviembre. Pero “durante la semana del 26 de noviembre, estamos nuevamente en 218.000 casos por semana”, ha dicho. “Si toman el número de muertos de la semana del 2 de noviembre, eran 2.538, pero ahora contamos 3.876”. El presidente, Jair Bolsonaro, ha sido uno de los líderes que más ha minimizado las consecuencias de la pandemia y la semana pasada dijo que él no se vacunará. Él ya venció a la enfermedad en julio. Tampoco ha sido proclive al cierre de las actividades económicas.
Ambos países son muy populosos y sus cifras son escandalosas en la misma medida, pero la OMS reseña repuntes que considera preocupantes e insta a las autoridades a tomar medidas en consecuencia. La Ciudad de México, la más afectada y uno de los focos más populosos de la pandemia en el país, aumenta cada vez más las medidas de salubridad y contención epidémica en un desesperado equilibro por combatir la crisis sanitaria sin afectar una economía muy lastimada ya. La capital sigue incrementando el número de pruebas aleatorias y todo el país hace cálculos sobre una futura campaña de vacunación.
Fuente: El País
0 comments:
Publicar un comentario