El número de casos confirmados de la covid-19 en Estados Unidos ha superado este martes el millón, según el recuento de la Universidad John Hopkins. La cifra (1.008.066, en la tarde del martes) supone casi un tercio del total de casos confirmados en todo el mundo. Más de 57.000 personas han fallecido en el país con la enfermedad. Estados Unidos ha realizado 16,4 pruebas de diagnóstico por cada 100.000 habitantes, seis puntos por debajo de España, el segundo país con más casos confirmados, y casi siete puntos por debajo de la media de los países de la OCDE, según un informe de la organización.
Superar el millón de casos confirmados implica que uno de cada 330 estadounidenses ha dado positivo en una prueba de diagnóstico. Pero los expertos coinciden en que la cifra de casos reales es mucho mayor que el número de positivos registrados.
Los modelos que manejan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) proyectan diferentes crecimientos en las cifra de casos confirmados, en función de la intensidad en la “reducción de los contactos” que practiquen los ciudadanos. Aquellas proyecciones con una fuerte reducción de los contactos, explican los CDC, sugieren que seguirá habiendo muertes por la covid-19, pero “se ralentizarán sustancialmente" en las próximas cuatro semanas. “Por el contrario, los modelos que no incorporan reducciones de contacto tan fuertes sugieren que el total de muertes seguirá subiendo rápidamente”. Uno de los modelos más citados por los expertos de la Casa Blanca proyecta 74.000 fallecimientos hasta agosto, 6.500 más que los que anticipaba hace una semana.
Nueva York es el Estado más golpeado, con más de 295.000 casos, seguido por Nueva Jersey (113.800) y Massachusetts (56.000). En el país en su conjunto, las curvas de casos confirmados y de fallecimientos diarios parecen haber dejado atrás su pico y empiezan a aplanarse. Desde que el 21 de enero se confirmara el primer caso en el país, el virus ha atacado con más intensidad a las grandes ciudades, pero estos días es en zonas rurales donde se están registrando las tasas de propagación más rápidas, asociadas a fábricas y plantas de procesamiento de carnes.
En algunos de los territorios que estuvieron hace semanas entre los más golpeados, como las ciudades de Seattle o Nueva Orleans, la incidencia del coronavirus ofrece signos de remisión, pero otras ciudades como Chicago o Los Ángeles siguen reportando altos números de nuevos contagios.
Mientras tanto, varios Estados han incidido la reapertura de la actividad económica, como Georgia, Carolina del Sur o Tennessee, todos ellos con gobernadores republicanos, donde ya abren desde el fin de semana playas, gimnasios, restaurantes y salas de cine. Texas, el segundo Estado más poblado del país, lo hará a partir del viernes. Y el gobernador de Nueva York, que viene registrando una tendencia a la baja en el número diario de fallecidos, informó este domingo de que a partir del 15 de mayo se dará inicio a una reapertura gradual de la actividad, si es que la tasa de hospitalizaciones continúa a la baja durante dos semanas.
El presidente del país, Donald Trump, sigue celebrando los pasos hacia la reapertura dados por algunos Estados e incluso animó el lunes a los gobernadores a contemplar la reapertura de los colegios antes del final del curso académico. Sus autoridades médicas, no obstante, llaman a la cautela y piden a los Estados que sigan el protocolo publicado hace dos semanas, que recomienda no iniciar la primera de las tres fases de la reactivación hasta que se cumplan ciertos requisitos, como la constatación de una trayectoria descendente en los casos durante dos semanas. Algo que no se ha producido, por ejemplo, en un Estado como Georgia.
“Ojalá todos lo hagan de acuerdo a las directrices del plan”, dijo el epidemiólogo Anthony Fauci, figura clave en la respuesta de la Casa Blanca a la crisis sanitaria. De lo contrario, advirtió, “podría haber un rebote que nos devuelva al mismo barco en el que estamos hace unas pocas semanas”.
0 comments:
Publicar un comentario