La retroversión uterina, también conocida como “ retroversión del útero ”, es una variante de la anatomía pélvica femenina, en la que la posición del útero se encuentra apuntando a la espalda, en lugar de estar ubicada hacia adelante.
Concretamente, se trata de una posición incorrecta del útero, que por lo general tiene un ángulo de aproximadamente 45 grados en el eje de la vagina.
En la práctica, cuando el útero está en retroversión, es cuando decimos que está mirando hacia, inclinándose con múltiples ángulos hacia órganos posteriores.
La retroversión del útero puede ser congénita o adquirida, es la culpable en muchos casos de un gran número de abortos.
Existen varias reacciones de las mujeres frente a este fenómeno: algunas no experimentan ningún problema, y logran concebir fácilmente. Otras, sin embargo, se quejan de dolor en la región lumbar, que es mayor en el período premenstrual.
Y otras sienten una sensación persistente de estirar hacia abajo, sufriendo unas relaciones sexuales dolorosas, así como la interferencia con la vejiga, el intestino o dolencias vagas y generales.
El útero retroverso es una condición muy común, lamentablemente afecta a cerca de tres de cada diez mujeres en la adolescencia.
Para diagnosticarlo se debe realizar un examen pélvico que revele la posición del útero. Sin embargo, a veces, se puede confundir con una masa pélvica o de un crecimiento del fibroma.
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