La mayoría de las vacunas contra COVID-19 que se encuentran disponibles suelen estar conformadas por dos dosis, excepto la de Johnson & Johnson que consta de una sola, informa el diario mexicano Debate.
Actualmente se están realizando investigaciones para determinar si mezclar dosis de distintas vacunas podría tener efectos adversos. Combinar dosis de vacunas podría servir en casos específicos para acelerar el proceso de inmunización con las dosis disponibles.
Lo anterior surge debido a que existen obstáculos en las cadenas de suministro y otras barreras que deben ser superadas si se quiere tener a la mayoría de la población vacunada en un corto plazo.
Diversos estudios sugieren que la flexibilidad en la vacunación para recibir dosis mixtas ayudaría a acelerar la inmunización, sin embargo, otros expertos se muestran escépticos ante la mezcla de estas.
De acuerdo a Adam Wheatley, un inmunólogo de la Universidad de Melbourne en Australia, es posible que mezclar vacunas no solo ayude a evitar los cuellos de botella en el proceso de vacunación, sino que podrían funcionar mejor.
Dentro de la investigación científica, mezclar vacunas es conocido como estímulo primario heterólogo y se ha hecho durante varios años sobre todo con los virus de la influenza, VIH y el ébola.
Sin muchos resultados
Sin embargo, los científicos no obtuvieron muchos resultados de todas esas investigaciones ya que trabajar en paralelo para una misma empresa puede ser costoso y necesita el doble de trabajo.
Aunque, a pesar de que la mezcla de vacunas podría ser útil, no se han tenido resultados de los estudios al respecto que se hacen en Azerbaiyán y Rusia y por lo tanto la combinación no se recomienda aún.
De acuerdo a Naor Bar-Zeev, experto en vacunas de la Universidad Johns Hopkins, si una persona recibe por accidente una segunda dosis distinta a la primera, quizá no pase nada y esta sea bien tolerada por el sistema inmune, pero se necesitan pruebas para estar seguros.
Fuente: Debate
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