Los servicios de emergencia informaron en un primer momento de que debido a la orografía del terreno era imposible enviar ambulancias y que habían desplazado a la zona helicópteros. Sin embargo, el temporal de lluvia, niebla y viento no permitió a los helicópteros aterrizar, por lo que una veintena de equipos de socorro procedentes de tres provincias comenzaron a acercarse por tierra. El portavoz de Emergencia de Irán, Moytaba Jaledí, confirmó a la televisión estatal que “aún no han avistado” los restos del avión. Para ayudar en la búsqueda, las autoridades tienen previsto asimismo enviar un avión no tripulado o dron. El presidente Rohaní encargó al ministro de Carreteras, Abas Ajundí, que realice un informe de las causas del accidente lo antes posible, aunque todo apunta a las malas condiciones climatológicas, como señaló a Efe el portavoz de Aseman. Según la agencia Fars, el comandante del avión siniestrado, Hoyatolá Fulad, tuvo hace unos años un problema técnico casualmente con el mismo modelo de avión y en un vuelo que cubría también la ruta Yasuy-Teherán, pero logró realizar con éxito un aterrizaje de emergencia. Los responsables de aviación civil han negado que el avión siniestrado hoy sufriera problemas técnicos, después de que se publicaran algunas informaciones sobre un fallo en ese aparato registrado durante un vuelo el pasado 25 de enero.
Este avión es un modelo antiguo del fabricante franco-italiano ATR, líder mundial en la producción de aviones turbohélice con capacidad de hasta 90 pasajeros. La aerolínea Aseman fue incluida el pasado 30 de noviembre en la lista negra de la Comisión Europea de 178 compañías que tienen prohibido operar en la Unión Europea. La flota aérea iraní está obsoleta debido a años de sanciones internacionales, que impedían a Irán comprar aviones nuevos de fabricantes occidentales o piezas de recambio. Este embargo llegó no obstante a su fin con la firma del acuerdo nuclear entre Irán y seis grandes potencias en julio de 2015, que limita el programa atómico de Teherán a cambio del levantamiento de las sanciones. Desde entonces, las aerolíneas iraníes han firmado varios acuerdos de compra de cientos de aviones con los fabricantes Airbus, Boeing y ATR con el objetivo de renovar su flota. En la última década se han producido varios accidentes graves de aviones comerciales en Irán, el último de ellos en agosto de 2014, cuando murieron 40 de los 48 ocupantes de un Antonov-140 cerca del aeropuerto teheraní de Mehrabad. En enero de 2011, 78 personas fallecieron al estrellarse un Boeing 727 de IranAir cerca del lago Urumiyeh, y en 2009 perecieron las 168 que viajaban en un Tupolev de la compañía iraní Caspian Airlines con destino a la capital de Armenia.
por Diario EL TELÉGRAFO














0 comments:
Publicar un comentario