Tras tres años de autoexilio debido a los problemas legales que tuvo después de su encuentro con Joaquín El Chapo Guzmán, ocurrido en octubre de 2015, Kate del Castillo volvió a pisar suelo mexicano.
La actriz convocó a los medios de comunicación a una reunión en un club privado, en donde las medidas de seguridad fueron muy estrictas. No se podía entrar si antes no se comprobaba la identidad del reportero y el medio que representaba.
Del Castillo llegó en punto de las 21:06 vestida de blanco con suéter negro, sonriente aunque nerviosa y custodiada por sus abogados Federico Mery-Sanson, Alejandro Rojas Pruneda y Humberto Ferro Baranda, quienes en todo momento la asesoraron para sus respuestas.
"Emocionada de estar aquí y perdón si se me salen las lágrimas... estoy feliz y agradecida por el apoyo que me han dado en estos tres años de estar afuera”, dijo al comenzar su charla.
La actriz tenía una orden de detención girada en febrero de 2016, para que declarara como testigo en la investigación a Guzman Loera, puesto que el encuentro que tuvieron fue cuando éste estaba prófugo.
"En octubre de 2015 me entrevisté con el señor Guzmán Loera con el fin de evaluar la posibilidad de producir una película, serie o documental sobre su vida... en esa ocasión estuve acompañada por dos productores de Hollywood y un actor estadunidense, quienes se mostraron interesados en su testimonio. Meses después, en enero de 2016, dicha entrevista se hizo pública y coincidió con la recaptura del señor Guzmán. Hoy a decir del fiscal Adams Feels, al parecer el actor Sean Penn ayudó a su ubicación y posterior captura...Yo no estaba enterada de tal situación y esa es la traición de la que siempre he hablado", aclaró la artista.
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"Desde ese momento y durante todo el periodo presidencial anterior fui víctima de una persecución penal injusficada e ilegal", añadió.
Kate aseguró que la estigmatizaron y la hicieron perder contratos de trabajo y que su caso fue una cortina de humo para distraer de otras situaciones como el caso Ayotzinapa o la baja popularidad del gobierno anterior.
"Me sentí amenazada, la pasé muy mal, me sentí con mucho miedo, al final no me importaba mi vida, sino la de mi familia y son parte de los daños morales con los que me quedaré, estoy estigmatizada”, confesó.
Kate interpuso una queja a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos e hizo una denuncia en contra de la PGR por los daños causados por la cantidad de 60 millones de dólares.
"Kate del Castillo no tiene ningún amparo porque no hay motivo, ya caducaron...ya hubo un pronunciamiento donde se dijo que hubo una simulación y entonces ella tiene todo el derecho de buscar la reparación a los daños que le ocasionaron”, dijo su abogado Alejandro Rojas.
"No me arrepiento de nada, soy una aventurera, por mi carrera lo habría hecho, y de hecho lo hice”, aseguró la actriz.
Por lo pronto, la actriz volvió a México para pasar las fiestas navideñas con su familia, con su padre, el también actor Eric del Castillo, su madre, doña Kate y su hermana, la periodista Verónica del Castillo, quien estuvo presente en el evento.
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