Una mujer se salvó en Tailandia de ser incinerada viva debido a un error médico.
Tras ser declarada muerta en un hospital, la familia decidió prepararle un funeral budista, pero para ello necesitaban esperar unos días antes de proceder a darle el último adiós.
Según Bangkok Jack, mientras estaban preparando el acto procedieron al lavado de la cara de la supuesta víctima, tal y como marca la tradición.
En ese momento un familiar se percató de que la mujer respiraba. Acto seguido se confirmó que estaba viva.
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