WhatsApp, la aplicación de mensajería propiedad de Facebook, anunció el martes que demandó al NSO Group, una empresa israelí especializada en software de espionaje, a quien acusa de estar detrás de un ataque informático que ayudó a varios gobiernos, incluido el de México, a espiar a activistas y periodistas.
El servicio de mensajería había anunciado en mayo el descubrimiento de un software malicioso de espionaje que se infiltraba en los smartphones a través de una vulnerabilidad de la aplicación.
«Tras meses de investigación, podemos decir quién estuvo detrás de este ataque», dijo Will Cathcart, jefe de WhatsApp, en una columna de opinión publicada en el diario The Washington Post.
«Hoy hemos presentado en una corte federal una demanda que explica lo que ocurrió y atribuye la intrusión a una compañía internacional de tecnología llamada NSO Group», escribió.
A través de ese software, NSO ayudó a gobiernos, entre los que se incluyen los de México y de países de Medio Oriente, a espiar a militantes y periodistas.
En la demanda, WhatsApp alega que los atacantes, mediante un proceso de ingeniería inversa de WhatsApp, desarrollaron un programa que permite simular tráfico de red legítimo para transmitir el código malicioso que se instala en los aparatos y habilita el espionaje.
El NSO Group cobró notoriedad cuando fue acusado en 2016 de ayudar a espiar a un activista de Emiratos Árabes Unidos.
Pegasus, su producto más conocido, es una herramienta altamente invasiva que según se ha informado puede acceder a datos almacenados en un teléfono celular ajeno, y también encender remotamente la cámara y el micrófono.
NSO Group se ha defendido diciendo que solo entrega licencias de su software a gobiernos que están «luchando contra el crimen y el terrorismo» y que procede a investigar cuando recibe acusaciones creíbles de uso inapropiado.
Activistas, sin embargo, argumentan que esa tecnología se ha utilizado para abusos a los derechos humanos.
WhatsApp acusa a NSO de haber apuntado a «100 defensores de los derechos humanos, periodistas y otros miembros de la sociedad civil».
Danna Ingleton, de Amnistía Internacional, dijo que el resultado de la investigación de WhatsApp «subraya que el NSO Group continúa generando ganancias a partir de sus productos para espionaje digital que se utilizan para intimidar, rastrear y castigar a grandes números de defensores de los derechos humanos alrededor del globo, incluyendo al Reino de Baréin, Emiratos Árabes Unidos y México».
Ingleton dijo que Amnistía Internacional está buscando que la justicia de Israel impida a NSO exportar sus tecnología.
Unas 1.500 millones de personas utilizan el servicio de WhatsApp en todo el mundo.
Con información de AFP
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