Tras recibir numerosas denuncias, inició este lunes el juicio contra una institución de Phoenix, ubicada en Arizona, Estados Unidos, acusada por utilizar cadáveres con fines económicos y de experimentación «inusual». Según un ex agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI), se halló en el recinto una mesa repleta con piernas humanas mutiladas, cabezas en un refrigerador y torsos sin cabeza ni extremidades.
Mark Cwynar, antiguo trabajador del cuerpo de investigaciones estadounidense, expresó en tribunales en el año 2014 que durante una redada realizada en el Centro de Recursos Biológicos, los agentes encontraron un torso con una cabeza que le correspondía.
«Algunas personas se negaron a volver al lugar», expresó Cwynar al comparar el caso con el de la icónica historia de ficción Frankenstein.
En otras declaraciones alusivas al hallazgo, los familiares de 23 personas cuyos cuerpos fueron donados a la institución, denunciaron que los mismos fueron comercializados para ser utilizados posteriormente en pruebas militares.
A su vez, alegaron que fueron engañados por la compañía ya que en lo pactado por ambos partes se estipulaba solo la utilización de los cuerpos con fines de investigación médica, y no para beneficio económico de la institución.
Las familias también aseguran que recibieron cajas con los supuestos restos cremados de sus familiares, tal como se les había prometido, pero después descubrieron que los cuerpos habían sido vendidos o que aún se encontraban en las instalaciones.
Con información de RT.
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