El sujeto logró escapar, después de que un amigo suyo ahuyentara a las nutrias a gritos y le ayudó a ponerse en pie.
El hecho le sucedió a Graham Spencer el pasado 30 de noviembre en Singapur, país en el que vive desde hace 16 años, mientras realizaba su habitual caminata matutina por los Jardines Botánicos. Fue en ese momento cuando alrededor de 20 nutrias lo emboscaron, haciéndole caer al suelo para posteriormente subirse encima de él y morderlo.
Según medios británicos, Spencer, padre de dos hijos y abuelo de cinco nietos, fue atacado por una manada de nutrias que le dejaron 26 heridas en los glúteos, piernas y dedos. "Fue como si alguien disparara una pistola de grapas repetidamente en mí. Mi cuerpo se congeló y me agredieron como perros", señaló.
Spencer cree que estos animales lo confundieron con un corredor que había pasado junto a él y había pisado a uno de ellos, ya que son criaturas generalmente pacíficas y no es común que ataquen a humanos, a menos que se sientan amenazadas.
"Todo el proceso duró de 10 a 12 segundos, no podía moverme. Pensé que iba a morir", recordó Spencer en declaraciones a Reuters. "Si me hubieran mordido la cara o el cuello, estaría muerto", agregó.
"Peso más de 90 kilos y no pude levantarme sin la ayuda de mi amigo. Si las nutrias hubieran atacado a una muchacha o a un niño, seguramente no habría sobrevivido", aseguró.
El británico espera que las autoridades tomen medidas para evitar este tipo de accidentes, como la instalación de más luces de energía solar a lo largo de los caminos.
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