Quizás los cuervos no sean los animales más viables para tener de mascotas, pero esta niña no lo pensó así y decidió darles comida por cuatro años y ellos le respondieron de la manera en que ella menos esperaba.
Gabi Mann, una niña de ocho años de Seattle, Washington, empezó genuinamente a darle comida unos siervos que llegaban al jardín de su casa y estos le agradecieron llevándoles regalos inusuales.
En un principio ella sin querer dejaba la comida y las pequeñas aves se alimentaban, luego Gabi se dio cuenta de lo que ocurría y decidió continuar.
Los pájaros le han llevado regalos a Gabi como piezas de Lego, cuentas, botones, clips de papel y piezas de espuma. Su regalo favorito de todos es un corazón de color perla.
Cabe acotar que científicos han demostrado que los cuervos pueden generar con los humanos vínculos afectivos, si así como lo leen.
Con información de La Opinión
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