Una joven madre confesó que el cuerpo sin vida de su hijo había estado escondido desde febrero de este año en su domicilio.
Un crudo delito quedó al descubierto en las últimas horas en Estados Unidos. Esta vez, tuvo lugar en Pensilvania, donde una joven madre se encuentra en el ojo del huracán.
Todo comenzó luego que Kylie Wilt, de 25 años, admitiera ante las autoridades que escondió el cuerpo de su bebé de un año entre las paredes de su casa porque no tenía dinero para pagar el respectivo funeral.
No conforme con aquello, la acusada reveló que el cadáver del lactante había estado escondido desde febrero de este año, informa New York Post.
La mujer contó detalles acerca de cómo llevó a cabo el delito y explicó que hizo un agujero en la pared y que más tarde pintó sobre él para que no se notara, consignó la Oficina del Fiscal del Distrito de Washington.
En un principio, Kylie le dijo a los investigadores -que llegaron hasta su vivienda- que su hijo estaba en su antiguo domicilio ubicado en Carolina del Norte, donde era vigilado por otra persona.
Sin embargo, la joven decidió cambiar su relato y afirmó que su bebé había fallecido por el "síndrome de muerte súbita infantil" en la antigua vivienda de su pareja.
En ese preciso momento, Kylie aseguró que escondió el cadáver de su guagua porque no tenía el dinero suficiente para pagar el funeral. A raíz de esto, ahora se investiga la causa del deceso del menor.
La acusada enfrenta cargos por ocultar la muerte del lactante, también por abuso de cadáver, obstrucción a la justicia, fraude a la asistencia social y alteración de pruebas.
Por otro lado, Alan Hollis, padre de la víctima, enfrenta cargos por obstruir la administración de la ley u otras funciones gubernamentales.
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