Funciona haciendo que el organismo pueda absorber el calcio que uno consume cuando se toma un vaso de leche o yogurt, come queso o cualquier otro alimento que lo contenga. El calcio no se absorbe solo, si no hay Vitamina D en el organismo, el calcio no podrá cumplir su fin con los huesos y músculos y seguro será expulsado del cuerpo; esto tiene su razón de ser, debido a que la Vitamina D trabaja junto a una hormona ubicada detrás de la tiroides, llamada paratohormona; ésta, al no encontrar en la sangre el nutriente que necesita para fortalecer los huesos, sube su nivel y saca el calcio de su reserva, entonces los huesos se empiezan a descalcificar y no es posible evitar caídas y mucho menos, fracturas”.
“Está por probar que quienes tienen déficit de Vitamina D son más tendientes a padecer diabetes, presentan más enfermedades autoinmúnes como el lupus, artritis reumatoidea, y tienen mayor riesgo cardiovascular”.
La mayor fuente de Vitamina D está en la piel y se activa con la exposición a la luz solar.
Pero actualmente y por razones obvias, las personas se protegen de exponerse al sol.
Como la capa de ozono se está desgastando y somos conscientes de que debemos usar protector solar, la primera causa en la actualidad de deficiencia de Vitamina D, es el uso excesivo de este producto, porque al no entrar el sol a la piel, no se activa la producción de Vitamina D.
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