El dispositivo, que no requiere baterías y no usa ningún tipo de cable, es capaz de alertar al médico si existen bloqueos en algún vaso de sangre, lo cual facilita atender estas complicaciones luego de la cirugía antes de que las mismas se conviertan en un problema más grave.
Además, debido a que el aparato es biodegradable, no necesita ser removido quirúrgicamente tras la intervención porque simplemente se descompone y desaparece sin causar ningún efecto secundario dentro del cuerpo del paciente.
El recipiente pulsante distorsiona la superficie interna del sensor, lo que cambia su capacidad para almacenar una carga eléctrica. Esta propiedad puede medirse de forma inalámbrica mediante un dispositivo fuera del cuerpo, que se puede conectar a las antenas del sensor, lo que proporciona una medición inalámbrica del flujo sanguíneo para los médicos.
En el futuro, los investigadores esperan que el dispositivo de medición externo se pueda incorporar a un teléfono inteligente o portátil.
Fuente: Globovisión | El Universal | SR














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