El presidente estadounidense, Donald Trump, atacó este lunes al legislador que encabeza la investigación de «impeachment», mientras comisiones del Congreso exigieron a su abogado personal, Rudy Giuliani, que entregue los documentos relacionados con sus vínculos con Ucrania.
Luego de que Trump fustigara al congresista demócrata Adam Schiff -que encabeza la investigación para el juicio de desafuero- sugiriendo que debería ser arrestado por «traición», Australia confirmó que el presidente estadounidense pidió ayuda para una investigación de la indagatoria que hizo el fiscal especial Robert Muller sobre la intromisión rusa en las elecciones de 2016.
Trump también atacó el lunes al denunciante que proporcionó la información sobre su llamada con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, conversación que llevó a que se iniciara la investigación de impeachment en la Cámara de Representantes, liderada por los demócratas.
«Estamos tratando de averiguar algo sobre el denunciante, porque tienen un denunciante que reporta cosas que fueron incorrectas», dijo el presidente a reporteros.
El denunciante, supuestamente un agente de la CIA, expresó su preocupación por una llamada telefónica de julio en la que Trump solicitó a Zelenski investigar a Joe Biden, su potencial oponente en las elecciones de 2020, y a su hijo Hunter, que trabajó en el extranjero para una compañía de gas ucraniana.
Schiff, presidente del Comité de Inteligencia, así como los presidentes de otros dos comités citaron a Giuliani y le pidieron que entregara los documentos relacionados con Ucrania para el 15 de octubre.
Giuliani estuvo en el centro de los esfuerzos para conseguir que Ucrania investigara a los Biden, quienes no han sido acusados de manera oficial de hacer algo incorrecto.
«Las comisiones están investigando a qué nivel el presidente Trump puso en riesgo la seguridad nacional al presionar a Ucrania para que interfiriera en las elecciones de 2020», dijeron los presidentes de comités en una carta dirigida a Giuliani.
La conversación con Zelenski -que según un alto funcionario del Departamento de Estado fue escuchada por el secretario de Estado, Mike Pompeo- fue «perfecta», reiteró Trump en el Despacho Oval, desestimando una vez más la información del denunciante.
Sin embargo, la transcripción de la llamada entregada por la Casa Blanca coincide con el relato del denunciante.
Como una «guerra civil»
Trump también criticó a Schiff por la forma en que describió la llamada durante una audiencia en el Congreso la semana pasada.
El legislador abrió la audiencia con una parodia de Trump hablando como un jefe de la mafia para presionar a Zelenski a investigar a los Biden.
«No guarda ninguna relación con lo que yo dije en la llamada. ¿Arresto por traición?», sugirió.
Este fin de semana, el mandatario retuiteó una nota de Fox News sobre el predicador bautista de Texas Robert Jeffress, uno de sus partidarios más fervientes desde 2016.
«Si los demócratas logran remover al presidente de su cargo, causarán una fractura de guerra civil de la que nuestro país nunca se curará», dijo Jeffress.
En tanto, un vocero del gobierno australiano confirmó este lunes que Trump pidió al primer ministro de Australia, Scott Morrison, ayuda para que el fiscal general Bill Barr reuniera información sobre la indagatoria que hizo Mueller.
Australia «ha estado siempre lista para asistir y cooperar con los esfuerzos para arrojar luz sobre asuntos que están bajo investigación», dijo el vocero en un comunicado.
«El primer ministro confirmó esta disposición una vez más en una conversación con el presidente» Trump, añadió
El Times señaló que la Casa Blanca restringió el acceso a la transcripción de la llamada, de una manera similar a lo que hizo con la polémica conversación entre Trump y Zelenski.
La investigación original del FBI sobre la intromisión en las elecciones rusas, que fue asumida por Mueller, fue lanzada después de que la oficina recibiera información de funcionarios australianos.
Votantes divididos
Un nuevo sondeo mostró este lunes que los estadounidenses están divididos sobre apoyar el impeachment del magnate de 73 años.
Si Trump fuera sometido a un juicio de desafuero por el voto de una mayoría simple en la Cámara de Representantes, de 435 miembros, enfrentaría un juicio en el Senado, liderado por republicanos, donde se necesitaría de una mayoría de dos terceras partes para destituirlo.
Pocos legisladores republicanos han criticado a Trump desde que surgió el escándalo de Ucrania, pero el exsenador republicano Jeff Flake los urgió el lunes a alzar la voz.
«Créanme que se pueden conseguir otro trabajo, pero no otra alma».
Con información de AFP.
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