Los mismos océanos que contribuyeron a la evolución del ser humano acabarán aportando miseria a escala global si no se reduce la contaminación de CO2 que está dañando el entorno marino, según el borrador de un informe de la ONU obtenido por la AFP.
Los cambios destructivos que están en curso pueden hacer declinar fuertemente las reservas de peces, multiplicar por mil los daños causados por los ciclones (también conocidos como supertormentas) y dejar sin techo a cientos de millones de personas por la subida del nivel del mar, según el «informe especial» sobre océanos y zonas heladas (criósfera) del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC).
Los glaciares que se derriten darán primero demasiada agua y después muy poca a miles de millones de personas que dependen de ellos, según el informe.
Además, la superficie del permafrost del hemisferio norte podría derretirse entre 30 y 99% y registrar una explosión de emisiones de CO2 y metano, acelerando todavía más el calentamiento global.
Los gobiernos estudiarán el informe en Mónaco, mientras los líderes mundiales asisten a una cumbre climática el 23 de septiembre en Nueva York, convocada por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para obtener mayores compromisos nacionales en la lucha contra el calentamiento.
Acá le decimos qué dice el borrador del informe de la ONU sobre océanos y zonas heladas:
El océano absorbió una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el hombre desde los años 1980 y 90% del calor adicional generado en la atmósfera. Como resultado, este es ahora más caliente, más ácido y menos salado.
OXÍGENO: La concentración de oxígeno en el medio marino cayó 2% en 60 años y perderá entre 3 y 4% adicional para 2100 con los niveles actuales de contaminación de CO2.
OLAS DE CALOR: La frecuencia de las olas de calor marinas como las que devastaron la Gran Barrera de Coral de Australia se duplicó desde los años 1980, así como su intensidad y envergadura. Los corales, de los que dependen 500 millones de personas para alimentarse y protegerse, seguramente no sobrevivirán a un calentamiento de la superficie de 2 ºC respecto a la era preindustrial.
EL NIÑO: Se espera que la frecuencia de este fenómeno climático que puede ser extremo se duplique si no se reducen las emisiones.
NIVEL DEL MAR: Comparado con finales del siglo XX, el nivel del mar subirá unos 43 cm para 2100 si el calentamiento se limita a 2 ºC y 84 cm con la tendencia actual (+ 3 o 4 ºC). Los daños anuales causados por las inundaciones se multiplicarán por entre 100 y 1.000 en 2100.
En el siglo XXII, el ritmo de aumento del nivel del mar se multiplicará seguramente por 100, pasando de 3,6 mm anuales hoy en día a «varios centímetros».
ALIMENTOS: La cadena alimenticia de las aguas tropicales poco profundas podría declinar 40% en 2100 debido entre otros fenómenos al calentamiento y a la acidificación.
ADAPTACIÓN: El aumento del nivel del mar forzará a todas las regiones costeras a adaptarse y las poblaciones más pobres podrían convertirse en refugiados climáticos. Sin adaptación, unos 280 millones de personas se verán desplazadas con un aumento de 2 ºC. Muchas islas-naciones y megaciudades a baja altitud experimentaran ciclones (también conocidos como supertormentas) anuales a partir de 2050.
PANTANOS: Estos desaparecerán entre 20 y 90% en 2100, según el aumento del nivel del mar.
– CRIÓSFERA –
CASQUETES POLARES: Los casquetes polares de Groenlandia y la Antártida perdieron más de 430.000 millones de toneladas de masa anuales desde 2006, convirtiéndose en la principal causa del aumento del nivel del mar.
GLACIARES: El deshielo de los glaciares montañosos continuará y empezará a declinar en 2100. En el mundo, más de 2.000 millones de personas dependen de los glaciares para abastecerse en agua.
Los glaciares de baja altitud como en Europa Central, el Norte de Asia o Escandinavia habrán perdido más del 80% de su masa en 2100.
PERMAFROST: Entre 30 y 99% de la capa superficial del permafrost – con una profundidad de unos tres metros -, podría fundirse con el ritmo de contaminación actual, soltando potencialmente una bomba de carbono.
METALES PESADOS: Con el deshielo de los glaciares y del permafrost, el agua potable tendrá una mayor presencia de mercurio tóxico y otros contaminantes.
NIEVE: Las montañas perderán buena parte de sus capas de nieve, con impactos sobre la agricultura, el aprovisionamiento de energía y el turismo.
Con información de AFP
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