EFE).- Unas 1.200 especies de animales que habitan en el bosque seco chiquitano de Bolivia se han visto amenazadas por los incendios en esa zona en el este del país, donde el fuego ha consumido miles de hectáreas de bosques y pastizales, dejando además a la fauna a merced de los cazadores.
En una entrevista con Efe, el director técnico de la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano, Julio César Salinas, explicó la importancia de esta zona de transición entre el Chaco y la Amazonía que alberga distintos ecosistemas y una vasta biodiversidad.
Según datos de esa fundación boliviana, existen más de 1.200 especies que conviven en ese bosque, situado en la oriental Santa Cruz, que se cree que ya ha perdido 40 millones de árboles a causa del incendio.
Se estima que el bosque chiquitano es el hogar de 50 tipos de anfibios, 78 distintos reptiles, 700 aves, 124 mamíferos y 300 clases de peces, además de varias especies endémicas del país, de acuerdo a los datos de esa fundación, que lleva trabajando más de 20 años en la conservación de ese lugar.
Entre las especies que alberga este bosque está el emblemático jaguar, el felino más grande de América que, además de ser amenazado por el fuego, también está en constante peligro por los cazadores furtivos que desean su piel y colmillos para venderlos en mercados ilegales, contó Salinas.
También hay poblaciones de Aguará Guazu o lobos de crin y osos hormigueros que son especies vulnerables, además de una diversidad de parabas, tapires, pumas, venados, roedores grandes como las capibaras y otros más pequeños como el jochi, entre otros, destacó.
El bosque chiquitano, que era considerado como el mejor conservado de su tipo en Suramérica, cuenta con varios tipos de árboles como el tajibo, el cedro, el roble, el curupau, entre otros, y se tarda por lo menos 30 años en recuperar un solo ejemplar.
A juicio del experto, cada árbol «es un universo entero» que se vuelve el hogar de muchas aves que anidan en sus frondosas copas, roedores que hacen pequeñas madrigueras e incluso alberga microorganismos, y todo esto es afectado por el fuego.
Esta semana se difundieron en las redes sociales videos de animales escapando del incendio o de varias bandadas que se guarecían en árboles de las comunidades aledañas.
«Entre el fuego y el miedo que le pueden tener a los humanos, muchos animales prefieren ese miedo porque por lo menos tienen más posibilidades de vivir«, remarcó Salinas.
Otros animales huyen «monte adentro» y muchas veces se encuentran con otros incendios y mueren, añadió el experto boliviano.
Una amenaza latente para todos estos animales «aturdidos» y asustados son los cazadores que aprovechan estas tragedias para matarlos, alertó Salinas.
«Hay animales que se quedan visibles en las áreas quemadas y los cazadores se aprovechan de eso», recalcó.
Salinas sostuvo que estas pérdidas podrían generar «alteraciones severas» de algunos ciclos de reproducción de distintas especies e incluso muchos cambios de impacto mundial.
«Se ha hecho una emisión tremenda de gases de efecto invernadero por los incendios en Bolivia y en la Amazonía de Brasil, por lo que toneladas de dióxido de carbono llegan a la atmósfera que pueden llevar a efectos críticos del cambio climático» resaltó.
El experto afirmó que la recuperación de ese bosque será lenta y que llevaría por lo menos 150 años y además es incierto el tiempo que tomaría para que vuelva a ser la casa de tantas especies.
«No hay una conciencia de la importancia que esos bosques tienen para el sistema de vida en general», lamentó Salinas.
La Gobernación de Santa Cruz, la región afectada por los incendios, abrió al menos tres albergues transitorios para animales que han sido recuperados del área afectada.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció el martes que se hará una «pausa ecológica» en las zonas afectadas donde no se permitirá la quema de pastizales ni los asentamientos humanos, aunque la medida es temporal.
En las zonas afectadas trabajan aeronaves como el cisterna Supertanker, helicópteros y avionetas, además de cientos de soldados, bomberos y voluntarios.
Las autoridades bolivianas señalan que la superficie afectada por los incendios supera las 700.000 hectáreas, mientras que la Gobernación cruceña ha reportado que el área es mayor al millón de hectáreas.
Estiman pérdida de 40.000 árboles de maderas preciosas por fuego en Bolivia
Una agrupación de biólogos de La Paz estimó este lunes que los incendios forestales en el este de Bolivia, que han arrasado con casi un millón de hectáreas, consumieron unos 40.000 árboles de maderas preciosas.
«En cuanto a la vegetación se habla de que estos fuegos han podido afectar, directa o indirectamente, como a 40.000 árboles, que son árboles maderables», afirmó en rueda de prensa Alfredo Fuentes, miembro del Colegio de Biólogos de La Paz.
Fuentes explicó que especies de madera preciosa como roble, cedro, soto, tarara y yesquero han sido afectadas por los incendios que comenzaron en mayo con la quema de bosques para la siembra y que se dispararon en agosto de manera incontrolable.
Según el biólogo, se estima que la pérdida «asciende a 1.100 millones de dólares por el tema de este recurso maderable».
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