Estados Unidos no juzgará al general Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa de México durante la presidencia de Enrique Peña Nieto. La fiscalía de aquel país acusa a Cienfuegos de tres cargos de narcotráfico y uno de lavado de dinero. El militar vive preso en Estados Unidos desde mediados de octubre. El Departamento de Justicia y la Fiscalía General de la República (FGR) han informado en un comunicado conjunto divulgado este martes de que Washington pedirá a la jueza “que se desestimen los cargos penales contra Cienfuegos, para que pueda ser investigado y, en su caso, procesado de acuerdo con las leyes mexicanas”. El texto afirma que EEUU ya ha proporcionado a las autoridades mexicanas las pruebas que han reunido en el caso y se compromete a cooperar en las pesquisas locales.
Jefe del Ejército mexicano en la última Administración del PRI (2012-2018), Cienfuegos fue detenido el 15 de octubre en el aeropuerto de Los Ángeles. La oficina de la Fiscalía en el distrito este de Nueva York lo acusó de conspirar para traficar heroína, cocaína, marihuana y metanfetaminas al norte del río Bravo, además de lavar el dinero derivado de estas operaciones ilícitas. El general se había declarado inocente hace unos días y aguardaba la siguiente audiencia, fijada para este miércoles a las 10 de la mañana, hora de Nueva York (seis horas más en la España peninsular). Se espera que esta audiencia sirva ahora para que Estados Unidos retire los cargos contra él.
En el comunicado divulgado la tarde del martes se explica que el Departamento de Justicia “ha proporcionado a México pruebas en este caso y se compromete a continuar la cooperación, dentro de ese marco, para apoyar las investigaciones que realicen autoridades mexicanas”. Según la justicia estadounidense, parte de las pruebas son miles de mensajes de Blackberry, intercambiados entre Cienfuegos e integrantes de la red de traficantes de droga del cartel H-2, que operaba en la costa norte del Pacífico en México. Según la acusación, Cienfuegos apoyó al H-2 al menos entre diciembre de 2015 y febrero de 2017.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, ha comparecido ante la prensa este mismo martes, para ampliar la información y valorar la noticia. “Esto significa que Cienfuegos seguirá su proceso en México, que serán aplicadas las leyes mexicanas, porque los hechos de los que le acusa EEUU se cometieron presumiblemente en México. Significa que las acusaciones deberán sustanciarse y probarse. Es una decisión que vemos con simpatía y que pensamos que es positiva. No la vemos como camino a la impunidad sino como un acto de respeto a México”.
La decisión ha sorprendido a ambos lados de la frontera, sobre todo por el sigilo con que las autoridades estadounidenses habían conducido la investigación contra el general. Las autoridades mexicanas se sorprendieron por la detención de Cienfuegos. Incluso el presidente, Andrés Manuel López Obrador, anunció que pediría información al Gobierno del país vecino: “Vamos a ver qué es lo que hay sobre esto, y sí vamos a solicitar a Estados Unidos que nos permitan conocer sobre estas operaciones de complicidad en el caso de que se tengan las pruebas”. El mismo Ebrard explicó que habló con el fiscal general de EEUU, William Barr, para expresarle su “descontento” por cómo la justicia estadounidense había llevado el caso.
En el comunicado, las partes señalan que la FGR abrió “su propia investigación una vez que se tuvo noticia sobre la detención y los cargos imputados por autoridades estadounidenses al general”. En México no se sabe de momento qué alcance han tenido las investigaciones contra Cienfuegos. Ebrard ha dicho que Estados Unidos mandó la evidencia de que dispone y que la FGR la recibió el 11 de noviembre.
Fuente: El País
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