Todos hemos pasado alguna vez por la experiencia de no dormir suficientes horas. Sabemos que surgen sensaciones de fatiga, de irrealidad y a veces dolor de cabeza, mareos y nauseas. También se ralentiza la actividad mental y se pierde la concentración con facilidad.
Cuando el tiempo de vigilia se prolonga demasiado, aparecen otros síntomas.
Entre ellos están: visión borrosa, dolor muscular, debilitamiento del sistema inmunológico, temblor en manos y piernas, aumento en los niveles de colesterol, ansiedad, depresión, migraña, aumento de la presión arterial, irritabilidad y problemas de memoria. En casos todavía más severos son frecuentes las alucinaciones y las conductas psicóticas.
Hay algunos indicios de que no dormir podría causar daño cerebral. A esta conclusión, no definitiva, se llegó en una investigación realizada en Suecia. Se le pidió a 15 hombres adultos voluntarios, con un peso promedio, que pasaran una noche en vela. A este grupo se le hizo un monitorizó después de la noche privada de sueño y después de otra noche en la que durmieron ocho horas. Se pretendía detectar qué tipo cambios se generaban.
Los investigadores encontraron una alta concentración de dos moléculas asociadas al cerebro en la sangre de los individuos estudiados.
Este hallazgo los llevó a pensar que se había producido un deterioro en el tejido cerebral. Después de una noche de sueño, la composición de la sangre era normal. El experimento no permitió observar cambios a largo plazo.
El tiempo límite sin dormir
No se puede dar una respuesta exacta a la pregunta de cuánto tiempo puede pasar una persona sin dormir. Oficialmente, el récord de la mayor cantidad de horas sin dormir lo tiene un estudiante de secundaria llamado Randy Gardner. En 1965 pasó 264 horas en vela, es decir, 11 días. Estaba haciendo un trabajo para la feria de la ciencia. El caso fue documentado por el psiquiatra J. Christian Gillin, profesor de psiquiatría de la Universidad de California.
El estudiante tenía 17 años y quienes lo observaron dijeron que durante el tiempo que estuvo en vela desarrolló varios síntomas. Presentó deficiencias cognitivas, problemas de habla y de visión e incluso alucinaciones. Hay versiones según las cuales existen personas que han aguantado más tiempo sin dormir. Se habla, por ejemplo, de una mujer británica que permaneció 18 días en vela para ganar una competición. Sin embargo, estos datos no han sido corroborados.
También se sabe que hay unas 40 familias en el mundo que padecen una extraña enfermedad llamada Insomnio Familiar Fatal.
Se trata de un mal genético que altera el sistema nervioso y genera una especie de agujeros dentro del tejido neuronal. Quienes sufren este problema llegan a un punto en el que no pueden dormir. Después de unas semanas se comportan como sonámbulos, se debilitan y finalmente mueren.
Fuente: Globovisión |Lamenteesmaravillosa|CP
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