La italiana Emma Morano, la persona viva más anciana del mundo, está convencida de que su longevidad se debe a una dieta basada en huevos crudos y a que terminó con un matrimonio abusivo mucho antes de que el divorcio fuera legal en su país.
Morano celebró su cumpleaños número 117 este martes y ahora es la única persona viva que se sepa ha vivido en tres siglos diferentes.
Nació el 29 de noviembre de 1899 en el Piamonte italiano, cuando reinaba el rey Umberto I.
Morano se convirtió en la persona viva más vieja del mundo en mayo pasado, luego de que la estadounidense Susannah Mushatt Jones murió a la edad de 116 años. Jones , que nació en Alabama, no fumaba ni tomaba alcohol y decía que vivió muchos años porque dormía bien y por la calidad de sus relaciones afectivas.
Galletas debajo de su almohada
La longevidad parece ser normal en la familia de Morano: su madre vivió hasta los 91 años y algunas de sus hermanas llegaron a los 100 años.
Pero fue la peculiar dieta que comenzó después de la Primera Guerra mundial la que la ayudó a convertirse en una de las personas que más años han vivido en toda la historia.
Cuando era adolescente, un médico le sugirió que comiera huevos crudos para combatir la anemia que padecía. Adquirió una estricta dieta diaria de dos huevos crudos, un huevo cocido, un poco de carne molida y pasta, que ha seguido durante los últimos 90 años. Con la edad, la dieta se ha reducido a solo dos huevos crudos y algunas galletas.
Carlo Bava, el doctor de Morano, asegura que sus niveles de colesterol y de glucosa son perfectos. "Tiene un excelente estado de salud física y mental", dice. "El hecho de que nunca haya variado mucho su dieta es una prueba de que se ha conservado muy bien gracias a la genética".
Y a pesar de la edad, Morano siente una pasión casi infantil por las galletas.
"Le gustan sobre todo las Savoiardi, que esconde detrás de su almohada para que nadie más pueda comerlas", afirma Bava sobre las tradicionales galletas italianas.
Una mujer independiente
El otro secreto de Morano para vivir muchos años, según ella misma dice, es haberse separado de su esposo en 1938, décadas antes de que el divorcio fuera legal en Italia.
El verdadero amor de Morano fue un niño que murió durante la Primera Guerra Mundial, tras lo cual no le quedaron ganas de casarse con nadie, le dijo al medio italiano La Stampa, en un comentario confirmado por su sobrina Antonietta Sala.
Sin embargo, terminó casada luego de que su futuro marido la obligara a hacerlo. "Me dijo: si tienes buena suerte te casarás conmigo o de lo contrario te mato", de acuerdo con las declaraciones que le dio a La Stampa.
Un año después de que su pequeño hijo de seis meses murió, ella dejó a su marido. "No quería ser dominada por nadie", le dijo al New York Times.
Fuente: CNN
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